El alcalde de Munich, Christian Ude, inauguró este sábado la Oktoberfest, la tradicional Fiesta de la Cerveza que se realiza en la ciudad alemana y que se ha constituido en la celebración popular más grande del mundo.
La ceremonia inaugural consistió en tres golpes con un mazo de madera que dio el alcalde, los cuales fueron seguidos por doce cañonazos y una cabalgata de siete kilómetros protagonizada por unas 8.000 personas vestidas con trajes típicos.
La Oktoberfest se desarrolla en la Theresienwiese, un recinto de unas 30 hectáreas donde los visitantes arman sus carpas, mesas y bancos. Este año está prevista la llegada de unos 6 millones de visitantes de todo el mundo, y la venta de más de 6 millones de litros de cerveza, marca que ya fue superada en la edición del año pasado.
Además de la cerveza, la comida también tiene un rol protagónico en la fiesta. Salchichas de todo tipo, piernas de cerdo y otros tipos de carne son los platos preferidos de los participantes.
La Fiesta de la Cerveza, que se celebra desde 1810, se extenderá hasta el 7 de octubre.