Un estudio efectuado en Holanda indica que ofrecerles a los niños opciones vegetales durante el almuerzo o la cena no los haría comer más de esos alimentos saludables, sino la posibilidad de elegirlos con autonomía.

El equipo de Cees de Graaf, de la Universidad de Wageningen, en Holanda, analizó si ofrecerles a niños de entre 4 y 6 años el vegetal que más les gustaba antes o durante una comida, o no, modificaría la cantidad que efectivamente comen.

Primero, los autores determinaron qué vegetal, entre ocho opciones, prefería cada uno de los 156 varones y las 147 mujeres en una escuela primaria de Holanda.

Las opciones eran: zanahoria, arvejas, coliflor, brócoli, repollo colorado, remolacha, chauchas y espinaca. Luego, en una comida con sus padres en un restaurante, 110 niños pudieron elegir entre cantidades iguales de uno o dos vegetales que antes habían aceptado comer.

A otros 97 se les dio la misma posibilidad mientras se servía la comida y 96 no pudieron elegir, sólo recibieron su vegetal preferido en el plato. Según publica American Journal of Clinical Nutrition, el equipo no observó diferencias entre los grupos. En general, los niños que pudieron elegir antes de comer ingirieron 51 gramos del vegetal servido, mientras que los otros dos grupos comieron 49 y 56 gramos, respectivamente.

De todos modos, los niños cuyos padres habían calificado como más "reactivos" a los vegetales, es decir que se enojaban ante un límite o que hacían lo contrario a lo que se les decía, comieron la mitad de los vegetales cuando no se les dio la opción a elegir, comparados con el resto de los niños.

Los chicos "disfrutaron de la posibilidad de elegir", señaló el equipo. En encuestas después de la comida, el 75% de los niños que habían podido elegir antes de que le sirvieran, dijo que se sentía feliz con ese nivel de autonomía, mientras que entre el 62 y el 63% de los otros chicos expresaron la misma sensación.

Fuente: Infobae