Entre críticas hacia la administración Bush y tironeos que complican el operativo de reconstrucción de la ciudad, los habitantes de la devastada Nueva Orleans conmemoran este martes el primer aniversario del paso del huracán Katrina. El recordatorio se realizará mientras una tormenta tropical llamada Ernesto amenaza las costas de Florida y amenaza convertirse en otro temible huracán.  

A un año de uno de las mayores catástrofes naturales en la historia norteamericana, los residentes de la otrora pintoresca ciudad del jazz tienen previsto recordar a los 1.600 muertos haciendo tañir campanas en el momento en que cedieron los diques locales y el agua inundó la zona norte de Nueva Orleans. La gente planea encender velas y depositar coronas de flores en los sitios donde ocurrieron las roturas en los diques, que podrían haber evitado el desastre si no hubieran estado mal construidos y si no hubieran tenido una altura inadecuada para proteger a esta baja ciudad, según reconocieron las autoridades.

El huracán Katrina llegó a las costas del Golfo de México y a Nueva Orleáns el 29 de agosto del año pasado, con vientos poderosos que destruyeron los diques e inundaciones que anegaron el 80 por ciento de la ciudad, con profundidades de hasta seis metros de agua en algunas zonas. "Lo que nos golpeó no fue Katrina, fue la negligencia humana", dijo ayer el pastor local Jerome LeDoux, en un reflejo del sentimiento que todavía albergan miles de residentes.

Por otra parte, mientras se cumple un año de ese terrible suceso la tormenta tropical Ernesto amenaza con devastar el sur de Florida, donde los meteorólogos dijeron que había posibilidades de que llegue a tierra con fuerza de huracán. En ese estado se puso en vigor el estado de emergencia.

 

Se espera que el centro de la tormenta se acerque a los Cayos de Florida o a las zonas densamente pobladas de ese estado durante la tarde. "Ahora que Ernesto ha regresado al agua se espera al menos algo de intensificación constante", dijo el centro de huracanes, agregando que había una posibilidad de que la tormenta "se convierta en huracán antes de llegar a Florida".

 

Ernesto podría luego regresar al mar sobre el Atlántico al noreste de Florida y volver a tocar tierra en Carolina del Sur o del Norte en unas 60 o 72 horas, también con una fuerza cercana a huracán.