Hace exactamente un año, nueve alumnos y una docente del colegio Ecos, de Villa Crespo, morían cuando el colectivo en el que viajaban chocaba con un camión. El trágico accidente, en el que además murieron dos choferes, ocurrió el 8 de octubre de 2006 en la ruta provincial 11, en el norte de Santa Fe. Los chicos regresaban Buenos Aires desde Chaco, a donde habían ido a realizar tareas solidarias.

Pese a que luego del terrible accidente el gobierno santafesino puso en marcha una serie de controles en las rutas, los padres de los chicos fallecidos dudan que se sigan haciendo. "Del gobierno solo hemos conseguido la
firma de un convenio federal de seguridad vial, al que se han adherido todas las provincias salvo tres. Pero no se ven diariamente los controles de alcoholemia ni que se respete el horario de descanso de choferes de larga distancia o de transporte de carga. El gobierno no acompaña lo que estamos haciendo", reclamó Carlos Ecker, papá de Federico, uno de los alumnos que murieron en el choque.

De todos modos, en diálogo con Tempranísimo (Radio 2) también planteó los aspectos positivos de la campaña que realizan los familiares y amigos de los chicos fallecidos.  "En este año de dolor y de trabajo, los padres que hemos perdido a nuestros hijos hemos realizado una tarea que podemos catalogar de única. Hemos salvado vidas porque hay gente que ha tomado conciencia: gente que se pone el cinturón, que no conduce porque bebió, que comienza a respetar normas tránsito. La gente nos reconoce y apoya", sostuvo.

Además, "se decretó el 8 de octubre día del estudiante solidario, para tomar conciencia de la seguridad vial en la Argentina", comentó Ecker.

El fatídico 8 de octubre de 2006 un grupo de alumnos del colegio Ecos regresaba de la escuela rural El Paraisal, en Chaco, adonde habían ido (como todos los años) para distribuir ropa, alimentos, útiles y libros, entre otras cosas. El accidente se produjo cerca de las 22 cuando el micro en el que viajaban chocó contra un camión fuera de control en la ruta nacional 11, en cercanías de Margarita, 220 kilómetros al norte de la capital de Santa Fe. Según los peritajes, el conductor, quien también falleció, había bebido alcohol en exceso.