La peor tragedia de la ciudad de los últimos años está fresca en la memoria de los rosarinos. A las 9.38 del martes 6 de agosto pasado un estruendo nunca oido en la urbe retumbó en todo el centro y se escuchó en barrios de la ciudad. El estallido se produjo por una pérdida de gas del edificio de Salta 2141, que se incendió y quedó totalmente destruido: se derrumbó un bloque completo de 9 pisos y 18 departamentos.

FOTOS: Rubén Lescano

Las tareas de rescate se realizaron durante una semana con la participación de bomberos, policías, agentes especializados y varios colaboradores. La explosión, que generó conmoción en todo el país y se difundió en todo el mundo, dejó 21 muertos y más de 60 heridos que fueron recuperando el alta médica con el correr de los días.

Por el hecho, fueron detenidos a las pocas horas el gasista que trabajaba en el edificio y su asistente. Ambos fueron excarcelados aunque siguen vinculados a la causa. A un mes de la tragedia, continúan las acciones solidarias, la asistencia a los damnificados y las tareas de la Justicia para definir las responsabilidades.

La causa judicial. El juez de Instrucción, Javier Beltramone, quien tomó la investigación del primer magistrado de la causa, Juan Carlos Curto, comenzó esta semana a tomar declaración a los damnificados. Esa tarea le demandará al menos 15 días, según informaron desde Tribunales. Beltramone detalló que tomará unas 30 declaraciones diarias a testigos directos y familiares de víctimas fatales mientras analiza si también convoca a los administradores del edificio.

Mientras tanto, el magistrado ordenó pericias para determinar la mecánica de la explosión. El pasado miércoles detalló a la prensa que los trabajos estarán a cargo de los especialistas de la firma GIE, ratificada por el magistrado pese a los reclamos de las defensas, aunque serán presenciadas por los técnicos designados por las partes y acompañadas por personal de la UNR.

La labor técnica se llevará a cabo los días 16, 17 y el 18 de este mes en el Taller de Ingeniería Mecánica de la UNR. El juez detalló también que sólo él tendrá las llaves del lugar donde se guardarán los elementos a inspeccionar, retirados del edificio de la explosión.

Responsables. El gasista Carlos García quedó imputado en la causa de la explosión y fue detenido al igual que su asistente. Sin embargo, el juez Beltramone ordenó la excarcelación de ambos. La defensa del ayudante del gasista pidió el sobreseimiento del joven al entender que no tuvo responsabilidad en el hecho. La situación procesal de ambos deberá ser definida en el futuro por la Justicia.

En tanto, el gasista declaró días después de la tragedia y si bien reconoció haber realizado el cambio de regulador del gas del edificio el 6 de agosto, desligó responsabilidades y apuntó a Litoral Gas.

El juez también deberá establecer qué grado de culpabilidad tiene la empresa distribuidora de gas, cuyos gerentes tuvieron que pasar por los Tribunales provinciales luego de los allanamientos realizados a las oficinas comerciales de Mitre y San Lorenzo.

La demolición. Días después de la explosión el gobernador Antonio Bonfatti anunció que la provincia se haría cargo de la demolición de las torres cuando el juez lo autorice. Beltramone otorgó el permiso luego de finalizar las pericias el 28 de agosto pasado. Ahora falta la definición sobre la empresa que se hará cargo de los trabajos.

Mientras tanto, autoridades locales comenzaron a discutir qué se hará en la denominada zona cero: si una torre de menor altura –atento a las nuevas disposiciones para la construcción en altura en ese lugar– o un memorial para recordar a los muertos como piden algunos familiares de las víctimas.

El regreso. Las personas que vivían en la cuadra de la tragedia no puedieron volver a habital sus hogares. Sólo accedieron a recoger las pertenencias más livianas acompañados por personal de Defensa Civil. Primero lo hicieron los habitantes de la cuadra de Salta al 2100 y luego los del edificio de la explosión. Por otra parte, las personas con domicilio por Barcarce, Catamarca o por Oroño, volvieron con el correr de los días y se encontraron con varios daños materiales en sus edificios que de a poco comenzaron a reparar.

Para los damnificados, directa o indirectamente, los tres niveles de gobierno emitieron líneas especiales de créditos y subsidios. A un mes del hecho, sólo en el Banco Municipal, se tramitaron unos 110 préstamos, de los cuales 16 ya se entregaron y otros 50 estaban a punto de salir.

También se pagaron subsidios sin devolución a las personas de la cuadra: son 20 mil pesos que se pagan para poder alquiler por un año a todos los habitantes de Salta al 2100. Para los habitantes del edificio donde se produjo la explosión, se suman otros 50 mil pesos para compra de mobiliario.

La Municipalidad de Rosario y el gobierno provincial realizaron un censo de las familias afectadas para encauzar los subsidios, las exenciones impositivas y los créditos anunciados.

Solidaridad. La tragedia de Rosario despertó la solidaridad desde el primer minuto que ocurrió. Durante las tareas de rescate, muchas personas acercaron su colaboración a la zona cero e inmediatamente se difundió una cuenta especial de la Fundación Rosario que, a 30 días, lleva recuadados 1,5 millones de pesos.

En beneficio de los afectados por la tragedia se realizaron el lunes 19 de agosto (feriado) un partido de fútbol con la presencia de periodistas y jugadores de Newell´s y Central en el Gabino Sosa y un recital en el salón Metropolitano del que participaron artistas locales y nacionales.

Además, el próximo domingo se realizará otro festival musical impulsado por Fito Páez y la Red Solidaria para recaudar fondos con la participación de varios músicos populares. Y por impulso de Luciana Aymar también se hará este domingo un partido de hockey con fines solidarios.

Ayuda psicológica. A un mes de la explosión en el edificio, continúa la ayuda brindada por psicólogos de la región a víctimas y sus familiares. La dirección de Salud Mental de la Municipalidad presentó la propuesta y el Colegio profesional convocó a los psicólogos dispuestos a colaborar.

Unos 300 psicólogos del sur de Santa Fe expresaron su ayuda y se ofrecieron como voluntarios que comenzaron a atender en guardias de 8 de la mañana a 8 de la noche. Desde el día de la tragedia y por dos semanas, los psicólogos brindaron ayuda a 29 damnificados. De lunes a viernes de 9 a 15, el ente público ubicado en San Luis 2020 continúa recibiendo a personas que aún necesiten algún tipo de atención psicológica.

Homenajes. El equipo de rescatistas que trabajó día y noche durante una semana posterior a la tragedia recibió el primer reconocimiento cuando finalizaron los trabajos en la zona cero. El martes 13 de agosto al atardecer terminaron las tareas de remoción de escombros y fueron halladas las últimas víctimas fatales.

Bomberos, policías y fuerzas federales salieron caminando por la esquina de Salta y Oroño en medio de un aplauso cerrado. Todos se fundieron en un abrazo y entre lágrimas recibieron saludos de las autoridades políticas, de familiares de las víctimas y vecinos de la zona.

Después de ese día recibieron un reconocimiento oficial con un acto realizado en el Monumento a la Bandera y el martes pasado en el Senado de la Nación. Tras la tragedia, y a la par de los homenajes, también comenzó a debatirse la necesidad de reforzar el presupuesto y mejorar el equipamiento de bomberos zapadores y voluntarios.

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Las voces de la tragedia (Radiópolis/Radio2)