Un operativo de ablación multiorgánica fue realizado este jueves en el HECA, tras la decisión de los familiares de Maximiliano Paiz –el hombre de 32 años que murió ayer por la tarde en ese efector, tras haber sido baleado el lunes último– de donar sus órganos.
Gracias a la rápida intervención del Centro Único de Ablación e Implante de Órganos (Cudaio) y del personal médico del hospital, pudieron ablacionarse córneas, corazón, páncreas, hígado y riñones, lo cual posibilitó que varias personas que aguardaban para ser trasplantadas, recibieran el órgano que necesitaban.
Uno de esos pacientes es un niño de 7 años, oriundo de Rosario, que recibe atención médica en el hospital Víctor J. Vilela, y debido a su problema de salud, fue internado ayer a la mañana, y a las 16 había ingresado en emergencia nacional.
"En un operativo récord por el escaso tiempo que medió entre la demanda del órgano y la respuesta del Cudaio, el niño recibió anoche mismo, el trasplante del hígado proveniente del donante cadavérico con quien, afortunadamente, tenía la compatibilidad necesaria", explicó en diálogo con Rosario3.com, Alejandra Rigalli, encargada de difusión del Cudaio.
El destinatario del corazón fue un joven de 17 años, de Córdoba, un riñón y el páncreas se trasplantaron a una mujer de Buenos Aires, y el otro riñón y las córneas están todavía en Rosario, prontos a ser asignados.
Intervinieron en el operativo de ablación, Zunilda Milano Silvina Sinchas, coordinadoras médica y operativa, respectivamente, del Cudaio.


