A poco de conocerse el comunicado emitido este jueves por la Conferencia Episcopal Argentina, en el que condena el aborto y se expide sobre de la situación de la joven discapacitada mendocina que quedó embarazada como consecuencia de una violación, voces de protesta se comenzaron a oír en Rosario. En el comunicado, la Comisión Permanente del Episcopado advierte que “el aborto es una cuestión de vida o muerte" y recuerda, ante los recientes casos de jóvenes discapacitadas que solicitaron intervenciones de ese tipo, que "lo trágico de esa situación no puede hacernos olvidar que podemos asesinar a un inocente”.  La respuesta no se hizo esperar: “Deberíamos reaccionar igual de fuerte contra los abortos que se practican a diario con los niños ya nacidos”, señaló el Padre Montaldo. Por su parte, organizaciones rosarinas que luchan por los derechos femeninos consideraron que, en estos casos, la Iglesia se olvida de la mujer violada.

El aborto siempre fue un tema polémico, pero el clima se ha enrarecido aún más en las últimas horas porque el caso de la joven mendocina es el segundo en muy poco tiempo en el que una chica discapacitada que fue violada pide a la Justicia la interrupción de su embarazo (caso contemplado por ley, pero en el que se acude a los tribunales ante la falta de acción de los médicos). En un caso previo, que también tuvo mucha difusión, otra joven de la ciudad de La Plata pidió el aborto. Aunque la Justicia falló en este caso a su favor, se demoró tanto en tomar la decisión que los médicos se excusaron de realizar la práctica por el estado avanzado del embarazo (gestación que, sin embargo, se habría interrumpido finalmente este miércoles a la tarde). Ahora, la familia de la chica mendocina teme que termine pasando lo mismo, que los lentos tiempos de la justicia pongan también en riesgo la posibilidad de interrumpir la gestación.

Frente a esta polémica, algunos referentes locales quisieron hacer oir su voz. El padre Edgardo Montaldo, de la vicaría Sagrado Corazón, conocido por su trabajo a favor de los más carenciados, aseguró a Rosario3.com que él también está en contra del aborto, pero hizo una aclaración: “Creo que la Iglesia debería reaccionar con la misma fuerza contra el aborto y contra la muerte de tantos chicos ya nacidos que perdemos a diario como consecuencia de la drogadicción y la delincuencia y no veo que la Conferencia Episcopal emita comunicados por esto último”.

El cura señaló la importancia de demostrar “el amor por la vida” en todas las circunstancias "y no sólo en algunas" y repudió la actitud pasiva que tiene la Iglesia como institución frente a "la gran cantidad de abortos que se practican con los chicos ya nacidos, los que no tienen futuro porque nadie se ocupa de ellos. A su vez, condenó el accionar de ciertos grupos católicos que presionan para conseguir su objetivo, a cualquier costo”.

En tanto, la directora de la ONG Casa de la Mujer, Liliana Paulussi, se mostró horrorizada por la situación de la chica mendocina: “Además de haber sido violada, ahora debe soportar que su vida se ponga en riesgo ya que los médicos le suspendieron la medicación que habitualmente toma por ser epiléptica y padecer convulsiones, ya que esas drogas perjudican al feto”. Paulussi se preguntó si a la Iglesia, que defiende la vida de la persona por nacer, no le importa también la vida de la joven mujer. Además, la profesional sostuvo que "el caso no debería haberse judicializado ya que el aborto en caso de violación de personas discapacitadas está contemplado en el Código Penal y sólo hay que aplicar la ley”.

Monseñor José Luis Mollaghan, arzobispo de Rosario, se excusó de hacer declaraciones sobre el tema. A través de su secretario de prensa aseguró a Rosario3.com que “una vez que la Conferencia Episcopal se ha expedido, él prefiere no hacer declaraciones a la prensa”.