Esta semana se habilitó formalmente el Centro Digital Productivo, ubicado en las instalaciones de la Vecinal San Martín A (A. Piedras 1469), donde la empresa social Arbusta, a través de un convenio firmado con el gobierno provincial en el marco del Plan Abre, ofreció capacitación en oficios digitales a 19 jóvenes y mujeres de la zona sur de la ciudad.

Durante 4 meses, los participantes pudieron formarse con el objetivo de obtener una salida laboral y, a pocos meses de concluir el período de aprendizaje, 11 de ellos, la mayoría de barrio Las Delicias, donde se encuentra emplazada la institución vecinal, ya cuentan hoy con un empleo gracias a la capacitación en servicios informáticos.

En esta primera etapa fueron 19 jóvenes y mujeres, que viven en condiciones de vulnerabilidad, quienes pudieron acceder a esta capacitación. Once de ellos ya están trabajando, desde el propio Centro Digital, localizado a pocos metros de su casa.

Sergio tiene 23 años y relató su experiencia tras haber formado parte del proyecto: "En principio sentíamos una mezcla de incertidumbre y entusiasmo, también algunos un poco de miedo, muchos no sabíamos nada de tecnología. Las primeras clases parecían algo complicado, pero con el tiempo nos fue resultando cada vez más fácil", dijo.

El joven, que hoy trabaja desde el flamante espacio, comentó que "muchos de nosotros somos padres o madres y la verdad que trabajar con horarios flexibles cerca de nuestras casas es una comodidad que no tienen otros trabajos", y agregó: "Este lugar es un lugar donde podemos compartir todos los días con nuestros compañeros".

"El camino andado es tan breve que recién estamos inaugurando este centro, confiamos en que lo que hoy empieza, que va creciendo con fuerza desde abajo, será un semillero para que muchos jóvenes y mujeres, de este barrio y de zona sur, puedan incorporar nuevos conocimientos y trabajar de lo aprendido", afirmó Sergio.

Noelia tiene 30 años y es mamá de una hija. Se anotó en la capacitación "aprovechando que el horario coincidía con el momento en que mi nena estaba en la escuela", según contó. Ahora también celebra la posibilidad de poder trabajar cerca de su casa y con gran flexibilidad horaria.

A la hora de hablar sonre el aspecto más destacado dentro del proyecto, Noelia no dudó un segundo en su respuesta: "Los compañeros".

La empresa social Arbusta viene desarrollando estas experiencias en otro barrio de Rosario, pero también en La Matanza, provincia de Buenos Aires. Además, próximamente replicará la experiencia en la ciudad colombiana de Medellín.

Arbusta entrena a jóvenes y mujeres en la producción de servicios digitales, como testeo de software, clasificación de fotos o manejo de redes sociales. Pero además les ofrece oportunidades laborales concretas para trabajar en y desde sus propios barrios en una actividad que por prejuicio se asocia con integrantes de otros estratos sociales. Las nuevas tecnologías son las que posibilitan estos desarrollos inclusivos, que al insertarse en los mismos territorios marginales rompen con el estereotipo de los oficios con que se asocia a sus vecinos.

Federico Seineldin, uno de los creadores de esta empresa social, explicó que "la idea es ser un híbrido, una mezcla entre la visión que tienen las Asociaciones Civiles, de búsqueda del bien común, pero basada en un modelo empresario, por eso somos lo que se llama una empresa social, donde nuestro fin son las personas; generar dignidad, traer oportunidades laborales al barrio, que no demandan ir a la facultad y dedicarle 5 años a una carrera. Y salir de los oficios tradicionales que se consiguen en los barrios, por eso para nosotros es un placer y un honor traerlo a la vecinal.

"Agradezco el apoyo del gobierno de Santa Fe, del municipio y de la vecinal, porque sería imposible que nosotros generemos un proyecto si no es a través de una organización que está legitimada en el territorio", añadió Seineldin.