Fue engañada primero y se desquitó después. Doña Porota, una vecina de zona sur, fue víctima de un asalto en su casa pero gracias a una astucia pudo zafar de un ataque mayor de los delincuentes.

Mientras barría la vereda la mujer recibió a un hombre adulto y a un adolescente que dijeron conocer a su hija Susana y a su nieto Emanuel.

Los extraños le aseguraron que tenían dinero para entregarle. Tras varias mentiras generaron la confianza de la dueña de casa y lograron pasar a la vivienda de Pavón al 5300.

Una vez adentro, Porota le comentó a los extraños que llamaría a su hija Susana para contarle de la sorpresiva visita pero eso enfureció a los ladrones que comenzaron a forcejear con la mujer.

La situación se puso violenta y los asaltantes tiraron a Porota al piso mientras sacaban pertenencias y buscaban dinero dentro de la casa.

En ese momento, y en medio del forcejeo, a la mujer se le ocurrió hacerse la desmayada y fingió la descompostura.

“Me levantaban el brazo y las piernas y yo las largaba como muerta”, relató la mujer al programa De 12 a 14 (El Tres).

Los dos ladrones huyeron rápido muy asustados por la supuesta descompostura de la mujer. Igualmente pudieron alzarse con algo de ropa y electrodomésticos.