Para algunos empleados, trabajar durante las fiestas es una opción que en algunos casos se ve recompensada con el pago de horas extras o la retribución de francos compensatorios. Mientras que otros no tienen la posibilidad de elección y están obligados a trabajar doble turno sin siquiera poder exigir a sus empleadores los beneficios que la ley establece, bajo advertencia de perder su empleo o soportar presiones diversas.

Previendo que el panorama en los negocios para estas fiestas sería similar al de años anteriores, el Sindicato Empleados de Comercio salió a la calle e inspeccionó las condiciones en que cada trabajador prestó sus servicios durante la Nochebuena y los días previos.

“Pudimos constatar violaciones a las disposiciones legales en 47 empresas que fueron denunciadas ante la Secretaría de Trabajo de la provincia", explicó Carlos Ghioldi, secretario gremial del sindicato a Rosario3.com.

Los rubros de las empresas infractoras van desde indumentaria y artículos del hogar, hasta regalaría y comestibles. Las actas fueron labradas en comercios ubicados en el interior de los tres shoppings de la ciudad, y en especial a lo largo de la peatonal Córdoba.

Entre las irregularidades detectadas predominaron las jornadas laborales de 15 horas, sin pago de extras y el no respeto del lapso de 12 horas que marca la ley entre el horario de retiro del trabajador y el de su ingreso al próximo turno. “Hubo comercios en los que se obligó a los empleados a trabajar hasta las 3 de la madrugada del sábado y luego volver a entrar a las 9 de la mañana”, graficó Ghioldi.

Según los inspectores que recorrieron los negocios e identificaron las violaciones a la ley, algunos propietarios de comercios se enojaron por los procedimientos y se excusaron en que “sólo lo hacen tres días, para las fiestas”.

“En líneas generales, el panorama fue peor en comparación con el del año pasado”, admite el sindicato, excepto por la actitud de algunos gerentes de grandes supermercados de Rosario que dependen de Buenos Aires que recibieron vía mail orden de organizar al cronograma de trabajo respetando los cánones legales. “No es que sean buenos de golpe –advierte Ghioldi–, sino que ya han tenido demasiados problemas legales durante el año por incumplimiento de la legislación vigente y prefieren evitar sumar más causas judiciales”.