Los chicos cuyas madres tomaron suplementos de ácido fólico en la etapa final del embarazo podrían tener un mayor riesgo de desarrollar asma, según afirma un estudio recientemente publicado. Los resultados no contradicen la indicación de ingerir ácido fólico durante el primer trimestre del embarazo, etapa en la que, según los especialistas, ayuda a prevenir defectos del tubo neural.

 

El hallazgo tiene una gran importancia para los investigadores, ya que el ácido fólico ayuda durante el embarazo a que el niño no desarrolle ciertos defectos congénitos del cerebro y la columna vertebral. Los expertos aconsejan a las mujeres tomar 400 microgramos de ácido fólico al día, poco antes de dar a luz y durante el primer trimestre del embarazo.

 

Los resultados del estudio "no contradicen" este consejo, asegura el autor principal, Michael Davies, de la Universidad de Adelaida, en Australia. Sin embargo, añadió que "ya que el ácido fólico sólo es necesario durante el primer trimestre para prevenir defectos del tubo neural, otros estudios deberían determinar el uso de esta vitamina durante el resto del embarazo".

 

Para la investigación, Davies y equipo analizaron las tasas de asma entre los más de 400 niños cuyas madres habían seguido durante su embarazo. Casi un 12 por ciento de los niños habían desarrollado asma a los 3 años, y el mismo porcentaje padecía una enfermedad pulmonar a los 5.

 

Los resultados reflejaron que los niños cuyas madres tomaron el ácido fólico en la etapa final del embarazo -de la semana 30 en adelante- eran más propensos a tener asma que el resto. La mayoría de estas madres lo tomaron como parte de un complejo multivitamínico, que normalmente tiene 300 microgramos de ácido fólico al día.

 

El folato es la forma natural del ácido fólico que se encuentra en ciertos alimentos, como los frijoles, los espárragos, las legumbres y algunas frutas y verduras, como la naranja o la espinaca. "Nuestro estudio debería animar a las mujeres a tener una dieta saludable durante el embarazo", señala Davies.

 

A pesar de que "no está del todo claro" por qué los suplementos de ácido fólico provocan estos resultados, Davies indica que una investigación reciente con animales sugiere que el folato puede alterar la actividad del sistema inmunológico haciéndolo más susceptible a reacciones alérgicas.

 

Fuente: Dmedicina