Un nuevo caso de incesto, con características similares al del monstruo de Austria, se conoció por estos días en Australia. Un hombre de la ciudad de Melbourne fue detenido, acusado de haber violado a su hija durante 30 años y con quien tendría cuatro hijos que padecerían diferentes grados de deformaciones. Uno de los bebés habría fallecido.

El acusado, que tiene actualmente unos 60 años, habría comenzado a violar a su hija cuando ella tenía sólo 11 años, según publicó el diario Herald Sun de Melbourne.

El periódico asegura que la esposa del sospechoso desmintió saber de las presuntas violaciones y sostuvo que la acción judicial comenzó luego de que la policía recibiera muestras de ADN que probaban que el hombre era el padre de los niños de su hija.

La responsable de los servicios sociales del estado, Lisa Neville, calificó de "aterradores" los presuntos crímenes que fueron cometidos en una localidad a 100 kilómetros al este de Melbourne.

El primer ministro de Victoria, John Brumby, prometió una investigación para determinar cómo un caso de estas características pudo pasar inadvertido.

Según los medios australianos, la víctima había denunciado las presuntas violaciones en 2005, pero luego rechazó colaborar con los investigadores por temor a las represalias. Sin embargo cambió de opinión y presentó la querella en junio de 2008. Allí, la policía hizo un test de ADN e inició una acción judicial contra el sospechoso.