Lo nuevo en materia de moda entre los adolescentes –y no tanto– de los países del primer mundo se llama heeling y se trata de un deporte, o más bien un ejercicio, que cobró popularidad desde la fabricación de las Heelys, unas zapatillas que traen rueditas incorporadas en las suelas y permiten deslizarse sobre el piso casi sin esfuerzo.

El primero en hacerlas famosas fue el actor y conductor estadounidense Conan O´Brien, quien en la fiesta de los premios Emmy, en Los Angeles, se dirigió hacia el escenario trasladándose con un extraño movimiento: tenía puesto un par de Heelys.

Desde ese momento se instaló como deporte urbano o simplemente como moda, como sucedió en su momento con los rollers, y prometen ganar su espacio también por estos pagos.

Lo bueno es cada uno que las lleva puestas puede optar entre deslizarse a través de las rueditas (de poliuretano e insertadas en el talón con un sistema desmontable) llevando los talones levantados, o caminar normalmente con sólo recuperar una postura erguida, con lo que los pequeños discos se reincorporan al interior del calzado.

En varios países ya hay competencias de Heelys, y detrás de ellos un gran merchandising que va desde tobilleras hasta cascos.