No se olvidan de las retenciones, ni les gusta el traje de héroe que se calzó Julio Cobos. La oposición al gobierno nacional salió a pisar la cancha después de la derogación de las retenciones móviles, primera reacción de Cristina Fernández de Kirchner tras la derrota en el Senado de la Nación.
Por un lado, el senador nacional Rubén Giustiniani aseguró que el fin de la resolución 125 no anula el debate y pidió que las retenciones sean “segmentadas y progresistas”. Elisa Carrió, en cambio, se encargó de bajar al “héroe” Julio Cobos, al señalar que tanto él como los legisladores rebeldes votaron en contra del gobierno “por conveniencia”, ya que advirtieron el desgaste de Néstor Kirchner.
El legislador socialista adelantó que propondrá retenciones con una alícuota que arranque con un 20 por ciento para los pequeños productores y luego suban de acuerdo al poder de pago. A partir del lunes, cuando debería regir la derogación de la 125, las retenciones para la soja serán fijas en 35 por ciento.
"Las retenciones móviles se las tendría que haber llevado Martín Lousteau a su casa cuando presentó la renuncia y así nos ahorrábamos 127 días de conflicto", dijo a C5N el rosarino, quien además pidió que el gobierno convoque a la oposición para poder organizar un "verdadero plan agropecuario".
Por su parte, Carrió –a quien Giustiniani acompañó en la fórmula presidencial que terminó segunda en las elecciones pasadas- afirmó que tanto los legisladores justicialistas disidentes como el vicepresidente Cobos “votaron por conveniencia” en el Senado.
La titular de la Coalición Cívica rechazó el supuesto “Cletazo” –por el discurso de Julio César Cleto Cobos en el Senado que al votar aludió a sus “convicciones”– y analizó: “Votaron por conveniencia, mirando el ojo de la sociedad, porque vieron que se caía el poder de Néstor Kirchner”.


