El ataque suicida perpetrado esta mañana contra un centro de reclutamiento policial en el barrio de Al Qadisiya de Bagdad se cobró 35 muertos y más de sesenta heridos, según dijeron fuentes del ministerio del Interior.

Las fuentes precisaron que fueron dos los terroristas que activaron sus cinturones cargados de explosivos en la entrada de este centro, en medio de los reclutas.

Entre las víctimas hay jóvenes reclutas y oficiales de las fuerzas especiales del ministerio del Interior, conocidas como "maghauir" y acusadas con frecuencia de formar los "escuadrones de la muerte" chiíes.

Las explosiones fueron seguidas por un ataque con morteros contra el mismo centro.
Los centros de reclutamiento, los miembros de la Policía y del Ejército son blanco frecuente de los ataques de los rebeldes. De hecho, según el portavoz del ministerio iraquí del Interior, entre el 2 y el 8 de noviembre, un total de 39 policías fallecieron y 170 resultaron heridos en varios atentados.

Siete iraquíes más perdieron la vida en otros atentados en Bagdad y Yusefiya, a unos 25 kilómetros al sur de la capital.

El sábado, al menos 26 iraquíes murieron en atentados terroristas en distintas áreas de Irak.

La policía encontró además los cadáveres de otras 25 personas con impactos de bala y señales de tortura.