Al menos veinte personas murieron y 30 resultaron heridas tras la explosión de un coche bomba en la ciudad de Ramadí, 100 kilómetros al oeste de Bagdad, según dijeron fuentes policiales iraquíes.

El coche bomba estaba conducido por un suicida, que aparentemente tenía como blanco un puesto de control del ejército y la policía iraquí en esta ciudad, que es capital de la convulsa provincia de Al Anbar.

El ataque se produjo a las 11:15 hora local (5:15 de la Argentina) cuando un suicida empotró su auto cargado de explosivos contra los soldados, entre los que se cuentan varios de los muertos y heridos en el ataque.

La potente explosión destruyó además un edificio cercano, que al caer sepultó a alguno de los vecinos.

Ramadi, junto con Faluya y Al Qaim, es una de las tres principales ciudades de Al Anbar, provincia donde se ha hecho fuerte la insurgencia sunnita y en la que los ataques contra las fuerzas de ocupación y contra la policía y el ejército iraquí son muy frecuentes.