Alemania demostró ante su público que tiene "chapa" de candidato como ocurre siempre. Lo hizo ante los tímidos costarricenses que jugaron a otro ritmo y trataron de no ser goleados. Pero el equipo de Klinsmann mostró problemas atrás y las pocas veces que le llegaron los centroamericanos convirtieron. En el primer tiempo, los alemanes arrancaron con todo, con un juego muy veloz, pelotas cruzadas, que rápidamente los situó en ventaja con un golazo del defensor Phillip Lahm con un remate espectacular. Parecía que a Costa Rica se le venía la noche. No atacaba y sólo trataba de tapar y presionar a los rápidos germanos. Pero en un veloz contragolpe, Wanchope se anticipó a los defensores locales para alcanzar una inesperada paridad, que dejó perplejos a los 66 mil espectadores que coparon el estadio de Munich. Pero Alemania siguió atacando y a los 17, Klose conseguía el segundo gol que colocaba las cosas en su lugar. De ahí en adelante todo fue más parejo, pero los locales dejaron en claro que siempre quisieron ganar. Costa Rica intentó aguantar, presionar, pero le costó mucho hacerlo. En el segundo tiempo, siempre el ritmo fue del local, más profundo que su tímido rival. A los 15, Klose -en el día de su cumpleaños-, volvió a demostrar sus dotes de goleador, para colocar el 3-1. Pero en otra llegada profunda de Wanchope, las cosas se complicaron para los locales y Alemania se colocaba con un resultado que no coincidía con lo ocurrido en el campo de juego. Cerca del final, el mediocampista, el Frings, con un gran remate desde lejos, le puso más justicia al resultado. Inclusive puso ser más abultado el resultado. Deberá mejorar deficiencias defensivas.