Promesa vencida y mucho mal olor. Como ocurrió en abril del año pasado, las familias que viven cerca del único pozo donde descargan las desagotadoras de la región, en Lamadrid y Circunvalación, taparon con escombros el lugar este martes con el fin de impedir que los camiones continúen volcando los de líquidos cloacales. Es que no están dispuestos a seguir soportando el fuerte olor.
La bronca de los vecinos, en este caso, se magnificó porque en aquella oportunidad desde Aguas Santafesinas SA (Assa) se prometió que a fines de 2007 estaría finalizada una planta receptora ubicada en un terreno público en el acceso sur sobre la calle Ayolas, a la altura del puerto.
Como esa promesa no se cumplió y ante el calor que no ayuda, los vecinos volvieron a tapar el pozo y entonces las empresas desagotadoras llevaron unos 30 camiones frente a la secretaría local de Servicios Públicos, en Lagos y Pellegrini, como una forma de reclamo por una solución a un conflicto que les paraliza la actividad.
"Nosotros no queremos ningún conflicto con los vecinos pero hace 30 años que el único lugar que tenemos para desagotar es este", señaló uno de los conductores a Canal 3, quien apuntó que son unos 40 camiones del Gran Rosario que van dos veces por dia a ese lugar.
“Los vecinos habían obstruido la boca de descarga por problemas en términos ambientales. Pero Aguas ya tenía la nueva obra adjudicada, con las condiciones físicas y ambientales correctas. No se comenzó a realizar por problemas de transición”, explicó el subsecretario municipal del área, Miguel Siryi.
Además, el funcionario aseguró que se explicó a los vecinos que el nuevo pozo en Ayolas y Circunvalación ya está en marca y que Assa retirará los escombros en el de Lamadrid para que los camiones puedan seguir trabajando. Por ahora, entonces, habrá tregua (aunque el mal olor seguirá).



