Blanco de amenazas por su labor en Rosario, el secretario de Seguridad de la Nación, Sergio Berni, reforzó su custodia. Aunque prefiere moverse sin guardias, el funcionario redobló su seguridad personal y apostó más guardias en su casa de fin de semana en Lima, y en su departamento del porteño barrio Belgrano.

Según publicó La Nación, Berni recibió en las últimas semanas –de acuerdo informaron fuentes allegadas al secretario–luego de los operativos que encabezó contra el narcotráfico en Rosario, una serie de amenazas provenientes de narcos y barrabravas.

Aunque minimizó el riesgo, tomó una serie de recaudos para evitar un ataque contra su vida o la de su familia. En pareja con Agustina Propato, espera para octubre su primer hijo.

En su domicilio de barrio Belgrano dispuso custodia disimulada para no molestar a los vecinos y no alterar su intimidad. En cambio, en su casa quinta, apostó cuatro efectivos de la Prefectura Naval.

El último gran operativo que encabezó en la región fue el 13 de mayo pasado cuando la Policía Federal se desplegó por Rosario, San Lorenzo y Funes e incautó 20 kilos de cocaína casi pura y descubrió un laboratorio de estiramiento que pretendía sumar 80 kilos del estupefaciente al mercado rosarino.

Pero ya mucho antes había iniciado su lucha contra el narcotráfico que parecía había copado al sur santafesino. El miércoles 9 de abril, desembarcaron en la ciudad 2 mil gendarmes, y desde entonces Berni se puso al frente de una serie de operativos similares.

"A las amenazas no les doy bola. Incautamos miles de kilos de drogas a los narcos, al cartel de Sinaloa, detuvimos barrabravas, a 4000 narcos, a cientos de policías los metimos presos por proteger a bandas de delincuentes, incautamos 15.000 kilos de cocaína y 220.000 de marihuana confiscada equivalen a 500 millones de dólares. Hay motivos para que me quieran matar. Por eso tomo recaudos, pero no me preocupa", dijo el funcionario a través de voceros.