Tras el ataque en el privado de Pichincha que dejó una trabajadora sexual herida, la secretaria local de la Asociación de Mujeres Meretrices Argentinas (Ammar), Claudia Lucero, aseguró que la “situación está cada vez peor para las chicas” en materia de seguridad. Algo que preocupa a la organización sindical porque, según sus cifras, son más de 500 los lugares donde se ejerce la prostitución en la ciudad. 

Lucero aseguró además que “en el ataque hay algo raro porque siempre hay alguien que cuida, que está viendo todos los movimientos y en esos lugares se conoce la gente que entra”, dijo la titular de Ammar Rosario. Por eso, afirmó que “me parece medio raro que pase esto” y que en principio se podía tratar de un “ajuste de cuentas que en esos lugares hay siempre, es algo normal”.

La dirigente agregó en diálogo con De 12 a 14 que en los privados generalmente la seguridad “es algo  particular de ellos -por los encargados de los prostíbulos o departamentos privados- y que está arreglado con la Policía”.

Una herramienta

Por su parte, Miriam Auyero señaló que “es raro que nadie haya visto nada ni las chicas estén cuidadas por nadie”. “Yo he trabajado en privados y siempre hay alguien que responde porque vos sos la herramienta de trabajo y te cuidan”, dijo la dirigente de las trabajadoras sexuales, quien calculó en “más de 500” la cantidad de departamentos con oferta sexual.

Lucero sumó su experiencia y dijo que en los privados “he visto tipos que los han sacado a patadas, siempre hay unos monos que están para cuidar y si te pasas de un turno de 15 ó 20 minutos, se meten y sacan a la persona, por eso digo que algo raro pasó”.