Ante un caso de anovulación por problemas en el hipotálamo, el primer paso será actuar de inmediato sobre los factores que motivan el cuadro; por ejemplo el estrés y el peso corporal, dos aspectos que, bien controlados, ayudan a mejorar y hasta corrigen este cuadro.

De no ser posible, se administran los medicamentos necesarios para provocar la ovulación (inducción de la ovulación), explica el Dr. Claudio Chillik, especialista en medicina reproductiva y endocrinología ginecológica.

En un artículo publicado en el portal Planeta Mamá, el especialista explica que "otra acción que puede mejorar la falta de ovulación es tratar la hiperprolactinemia, se busca corregir el factor que la origina, o bien, se administran drogas que reducen la hormona (bromoergocriptina y carbolide, entre otras)".

Cuando la hiperprolactinemia es producto de un tumor de la hipófisis, se puede corregir con medicación, pero a veces es necesario extirpar el tumor quirúrgicamente.

Entre las posibles causas de la anovulación también se encuentra la menopausia precoz. Suele ser un proceso irreversible que, en general, no tiene tratamiento. En este caso, el embarazo solo será alcanzado a través de una donación de óvulos.

En lo que respecta a la poliquistosis ovárica, con la reducción del peso corporal se mejora el cuadro clínico y, usualmente, se consigue normalizar los ciclos menstruales.

La inducción de la ovulación consiste en administrar hormonas a la paciente, para lograr que el ovario produzca y elimine un óvulo. El principal objetivo de este tratamiento es reproducir artificialmente lo que ocurre en forma natural, es decir, conseguir que el ovario elimine un solo óvulo.

Para ello se pueden usar dos tipos de medicaciones: los antiestrógenos y las gonadotrofinas. Los primeros actúan a nivel del hipotálamo, produciendo la liberación de gonadotrofinas (LH y FSH) por parte de la hipófisis.

Las gonadotrofinas, por su parte, estimulan directamente al ovario. El ovario puede responder en forma exagerada a la estimulación produciendo la liberación de varios óvulos con el consiguiente riesgo de embarazo múltiple. Por este motivo siempre que se estimula al ovario con medicación se debe controlar exhaustivamente la respuesta del mismo a través de la ecografía y de la medición de estradiol en sangre. Cuando existe riesgo de una respuesta exagerada del ovario se debe suspender la estimulación para evitar el riesgo de complicaciones.

Fuente: Planeta Mamá