Pasaron 50 años de su invención pero la pastilla anticonceptiva sigue rodeada de mitos e incertidumbres. Así lo ratificó un informe del Centro Latinoamericano Salud y Mujer (Celsam) que aseguró que el 70% de las 3.000 llamadas por año que reciben al 0800 888 CELSAM (una línea de consulta gratuita) se refieren justamente a esas dudas. Además, sostuvieron que en la Argentina, un 29% de los embarazos se registran en personas que dijeron utilizar un método anticonceptivo pero, admitieron que cometieron algún error en el uso que finalmente permitió la concepción.
La información fue publicada por el diario Crítica de la Argentina. “Hay falsas creencias, compartidas tanto por profesionales como por usuarios, que caracterizan a algunos métodos anticonceptivos como los malos de la película, sin que nadie se atreva a cuestionar la veracidad de esas afirmaciones”, dijo la ginecóloga del Celsam, Alicia Figueroa.
¿Cuáles son los principales mitos alrededor de los métodos anticonceptivos y por qué son una mentira?
Las píldoras conllevan un pesado mito que radica en que aquellas mujeres que tomen habitualmente anticonceptivos orales deben realizar un descanso en la toma de las píldoras. “La prescripción de esas pausas resulta un error médico. La Organización Mundial de la Salud subrayó que los descansos en la toma de las pastillas son perjudiciales porque interrumpen la protección anticonceptiva”, señaló Figueroa. Para la médica, esa actitud obliga además a la pareja a utilizar otros métodos anticonceptivos y facilita la reaparición de efectos adversos, al reiniciar la toma de las píldoras anticonceptivas.
El dispositivo intrauterino (DIU). Uno de los mitos más comunes respecto al DIU es que produce cáncer, mientras que muchos profesionales comparten la falsa creencia de que aumenta el riesgo de embarazo ectópico o fuera de lugar así como el riesgo de infecciones. “Todo esto fue ampliamente refutado en la literatura científica internacional”, sostuvo Figueroa.
El preservativo. El miedo a que se rompa y la disminución de placer son los mayores miedos alrededor del condón. El informe del Celsam recordó que la industria somete a los condones a altos estándares de controles de calidad y que la causa más frecuente de que se rompa son los errores en la colocación. El informe insiste en que es el método anticonceptivo más recomendado por los especialistas. Sin embargo, destaca que suele incurrirse en el error de indicar el uso del preservativo como si se tratara de una prescripción que el paciente debería acatar “sin tener en cuenta el derecho de las personas a elegir su forma de cuidado y las dificultades que muchas mujeres enfrentan al momento de pedirle a su compañero que lo utilice”.
Los métodos quirúrgicos. Se trata de la ligadura de trompas y la vasectomía que no resultan un método claro para la gente. Los especialistas reconocen que tanto varones como mujeres piensan que son ilegales. En cambio, están regulados por normas nacionales e incluso deben ser provistos en forma gratuita por los hospitales, las obras sociales y las empresas de medicina prepaga a toda persona que lo solicite. Además, las personas suelen temer que esa técnica afecte su sexualidad, la cual en realidad resultará intacta o aun favorecida por contar con un método de altísima eficacia, coinciden los especialistas.
La información fue publicada por el diario Crítica de la Argentina. “Hay falsas creencias, compartidas tanto por profesionales como por usuarios, que caracterizan a algunos métodos anticonceptivos como los malos de la película, sin que nadie se atreva a cuestionar la veracidad de esas afirmaciones”, dijo la ginecóloga del Celsam, Alicia Figueroa.
¿Cuáles son los principales mitos alrededor de los métodos anticonceptivos y por qué son una mentira?
Las píldoras conllevan un pesado mito que radica en que aquellas mujeres que tomen habitualmente anticonceptivos orales deben realizar un descanso en la toma de las píldoras. “La prescripción de esas pausas resulta un error médico. La Organización Mundial de la Salud subrayó que los descansos en la toma de las pastillas son perjudiciales porque interrumpen la protección anticonceptiva”, señaló Figueroa. Para la médica, esa actitud obliga además a la pareja a utilizar otros métodos anticonceptivos y facilita la reaparición de efectos adversos, al reiniciar la toma de las píldoras anticonceptivas.
El dispositivo intrauterino (DIU). Uno de los mitos más comunes respecto al DIU es que produce cáncer, mientras que muchos profesionales comparten la falsa creencia de que aumenta el riesgo de embarazo ectópico o fuera de lugar así como el riesgo de infecciones. “Todo esto fue ampliamente refutado en la literatura científica internacional”, sostuvo Figueroa.
El preservativo. El miedo a que se rompa y la disminución de placer son los mayores miedos alrededor del condón. El informe del Celsam recordó que la industria somete a los condones a altos estándares de controles de calidad y que la causa más frecuente de que se rompa son los errores en la colocación. El informe insiste en que es el método anticonceptivo más recomendado por los especialistas. Sin embargo, destaca que suele incurrirse en el error de indicar el uso del preservativo como si se tratara de una prescripción que el paciente debería acatar “sin tener en cuenta el derecho de las personas a elegir su forma de cuidado y las dificultades que muchas mujeres enfrentan al momento de pedirle a su compañero que lo utilice”.
Los métodos quirúrgicos. Se trata de la ligadura de trompas y la vasectomía que no resultan un método claro para la gente. Los especialistas reconocen que tanto varones como mujeres piensan que son ilegales. En cambio, están regulados por normas nacionales e incluso deben ser provistos en forma gratuita por los hospitales, las obras sociales y las empresas de medicina prepaga a toda persona que lo solicite. Además, las personas suelen temer que esa técnica afecte su sexualidad, la cual en realidad resultará intacta o aun favorecida por contar con un método de altísima eficacia, coinciden los especialistas.