Los Nobel Ig. se entregan en Estados Unidos desde 1991 a las investigaciones más disparatadas que combinan la ciencia con la ocurrencia. En la edición 2007 un grupo de investigadores de la Universidad Nacional de Quilmes obtuvo un galardón por descubrir que el Viagra no sólo sirve para la disfunción eréctil, sino que además puede contrarrestar trastornos del sueño, como los asociados al jet lag.

Los premios son entregados cada año por la revista humorística de ciencia Annals of Improbable Research (AIR) y consta de una diversidad de rubros.

El Nobel Ig de la paz se lo llevó el Laboratorio de la Fuerza Aérea Patterson Wright, en Dayton (Ohio), que pensó en la posibilidad de fabricar una "bomba gay" para minar la moral y la disciplina de las tropas. El proyecto fue presentado con toda seriedad en 1994, con un presupuesto previsto de 7,4 millones de dólares, según un documento secreto que se conoció en 2005.

En tanto, en "lingüística", los ganadores del Nobel Ig fueron Juan Manuel Toro, Josep Trobalon y Nuria Sebastián Gallés, de la Universidad de Barcelona, por un estudio que demuestra que las ratas a veces no distinguen entre el japonés y el holandés cuando las personas hablan esas lenguas al revés.

El de "medicina" fue concedido al británico Brian Witcombe y el estadounidense Dan Meyer por un análisis de los efectos secundarios de introducirse espadas por la garganta. Llegaron a la conclusión de que la práctica ocasiona irritaciones.

Por su parte, L. Mahadevan, de la Universidad de Harvard, y Enrique Cerda Villablanca, de la Universidad de Santiago, en Chile, fueron reconocidos en "física" por su estudio sobre cómo se arrugan las sábanas.