Mr. And Mrs. Herrero

En la nochecita platense sucedió un hecho insólito: entre los árbitros asistentes que se desenvolvieron tanto en Reserva como en el cotejo principal, hubo un matrimonio. ¿Cómo? Sí, leyó bien: los esposos Herrero. El hombre de la familia, Horacio, fue uno de los jueces de línea de Rafael Furchi en el partido estelar, mientras que en el cotejo preliminar su mujer Eugenia tomó uno de los banderines. Y las preguntas sobre el modus operandi de la pareja en casa surgieron irremediablemente: ¿quién de los dos hace pesar su criterio a la hora de las disputas? ¿Crearon un reglamento paralelo para dirimir quién lava los platos? ¿Hay amarilla por negativa a ir al supermercado? En todo caso, el muchacho deberá cuidarse de no contrariarla, para que ella no utilice el banderín como un objeto contundente sobre su cabeza.

La Bruja escondida

Aunque a Juan Sebastián Verón le hablaban en un castellano claro, la Bruja no entendía. Bah, no quería entender. El cuarto árbitro debió repetirle varias veces a la figura ausente de Estudiantes que no podía estar ahí, a un costado del terreno de juego, observando el partido con ese gorro blanco y esa camperita de lana al tono con algún vivo tipo escocés. Y no precisamente por la vestimenta. Es que el volante de la Selección estaba ubicado en un sitio prohibido para los particulares, muy a pesar de que se tratara del emblema de la institución y de que sea mucho más habitual verlo sobre el verde césped que afuera. Al asistente no le importó el calibre de su interlocutor, y le insistió hasta el cansancio (de Verón) que se tenía marchar. La Bruja se negó amablemente primero, con algún improperio después, hasta que al cabo hizo como que se iba para contentar al árbitro y se escondió detrás de un cartel. Al segundo tiempo lo observó desde un palco. 

La Reserva perdió la punta

Especial interés despertaba el duelo entre las Reservas de pinchas y canallas. Es que Central llegaba como líder con 38 puntos y Estudiantes era escolta, junto a Lanús, con 35. Por eso, era para los de Adrián Czornomaz una buena oportunidad de despegarse de uno de sus perseguidores. Pero la desperdició: el equipo local ganó 2 a 1 y ahora comparte la cima junto a los de Arroyito. El resultado para los platenses fue 2 a 1, con goles de Germano y Badell, mientras que para los de nuestra ciudad convirtió Milton Caraglio, de taco y cuando faltaban pocos segundos para el epílogo.