Clásicos en duda

El presidente canalla, Norberto Speciale, habló en la previa de El Tres con Javier Cigno, enviado especial de Rosario Deportes. Y el mandamás centralista entregó una declaración inquietante en relación a la realización de los clásicos amistosos en el mes de julio: “Todavía no están confirmados, hay algunas cosas que tenemos que charlar en comisión directiva esta semana”, dijo Speciale, quien no quiso contestar si este cambio de postura (recuérdese que ya fueron presentados oficialmente) se debía a lo ocurrido anoche en cancha de Newell´s con la aparición de hinchas vestidos de fantasmas persiguiendo a otro con la casaca canalla, algo que seguramente molestó y mucho a la dirigencia de los de Arroyito.

Dos defensores, afuera

Juan Antonio Pizzi decidió dejar fuera del banco de suplentes a dos defensores que viajaron con el plantel, uno de ellos incluso titular hasta la fecha anterior. Los marginados fueron Gerardo Pérez, el juvenil que debutó este año con este DT y que perdió el lugar a manos de Ricky Gómez para el juego de hoy, y Leonardo Talamonti, quien desde que se lesionó ante River en la primera fase ya no pudo volver a asentarse en el puesto de primer marcador central.

Una concurrencia notable

Ya habían avisado los canallas que la esperanza lejos estaba de haberse perdido con la invasión al aeropuerto de Fisherton al momento de la salida del plantel hacia San Juan. Y lo acabaron por demostrar con la impresionante concurrencia de fanas a la popular sur del estadio Bicentenario de la ciudad cuyana, que desde temprano se vio invadida por autos y micros repletos de simpatizantes auriazules que llegaron para alentar al equipo, soñando con la victoria y la combinación de resultados que les permita gritar que otra vez son de primera.

Bandera rojinegra en la tribuna auriazul

Los hinchas de Central, quizás pensando en lo hecho por los hinchas de Newell´s en la jornada de ayer en el Coloso, devolvieron gentilezas. Y por eso sorprendió ver cruzada por sobre las banderas canallas otra muy grande con los colores de Newell´s. Un claro gesto de guerra que no deja de comprometer la realización de los clásicos de invierno y de mostrar que lejos estamos, en la patria futbolera rosarina, de alcanzar la madurez.