Mientras en el Gigante de Arroyito miles de personas esperaban poder comprar alguno de los pocos tickets para el partido del sábado entre Argentina y Brasil, el fiscal de Rosario Esteban Franicevich inició una investigación para conocer por qué faltan entradas. La AFA aclaró que se pusieron a la venta 5.500 plateas este miércoles y que el viernes se comercializarán 17.500 populares en total.

El letrado aseguró al programa de Radio 2 A diario que busca determinar cuál es "el camino de las entradas" y para eso envió un oficio al sindicato Utedyc, que comercializa los tickets en ventanilla, para conocer la cantidad que recibieron de manos de la AFA. Es que este miércoles sólo se ofrecieron unas cinco mil y no doce mil plateas como se esperaba.

Franicevich señaló que esperaba para la tarde la respuesta formal de Utedyc pero que en principio ese sindicato no es el responsable de la lógica de comercialización. De todas formas, dijo que le sorprende que el del sábado “pareciera que es un partido en Rosario pero no para los rosarinos” y busca conocer “qué negocio” haría la AFA a partir de este faltante de tickets.

El fiscal dijo estar al tanto de que hay empresas de turismo que ofrecen paquetes que incluyen lugares para el partido y aclaró que “hay que saber si hay figura delictual” en este manejo de los tickets.

El conflicto estalló cuando se confirmó este miércoles que no llegaron 12 mil plateas para ofrecer en la cancha de Central sino que fueron sólo cinco mil.

La AFA aclara

Por su parte, el jefe de Prensa de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA), Raúl Steinberg, aclaró en diálogo con Zapping Sport Radio que en el estadio habrá 13.500 plateas habilitadas, de las cuales sólo siete mil se pusieron a la venta.

De esas 5500 se ofrecieron este miércoles desde las 9 en el Gigante de Arroyito (cerca de las 14.30 quedaban 500) y las otras 1500 se enviaron a Brasil para la parcialidad visitante. El resto, dijo  Steinberg, se destinó a los clubes como parte del protocolo, en una pequeña cantidad, y en mayor proporción a los espónsor que por contrato tienen acceso a tickets.
 
“En cinco horas y media de venta no hubo un sólo incidente. El operativo policial fue espectacular”, aseguró el hombre de la AFA, institución que quedó bajo la lupa por la confusión que genera la falta de entradas. Steinberg aclaró además que la venta de populares se dividirá el viernes entre las nueve mil que se venderán en el Gigante y 8500 en Newell´s.

Operativo especial

Según confió el jefe de la Policía provincial, Juan Luis Hek, pasadas las 13 de este mediodía, restaban vender sólo 800 plateas mientras que por calle Cordiviola aguardaban cerca de tres mil personas. Hek aseguró que entre 250 y 300 agentes trabajan en el lugar para contener la demanda de las personas y especulaban con qué el momento crítico podría llegar cuando se agoten los tickets en ventanilla.

Una mañana sin incidentes

A las 9.11 de este miércoles se vendió la primera entrada para el partido que Argentina y Brasil jugarán el sábado en el estadio de Rosario Central. Raúl fue el afortunado que, tras una larga espera fuera del Gigante, logró conseguir dos tickets que le costaron 100 pesos cada uno. Poco después de las diez y media esa clase de tickets, los más baratos disponibles en las boleterías, ya se habían agotado.

Ya hay colas para el viernes

Además de las cinco mil plateas que se pusieron a la venta este miércoles, se ofrecerán 16 mil populares el viernes. Se venderán 8 mil en Arroyito y otras 8 mil en Newell´s.

Por eso, ya había tanto en el Parque como en los alrededores de la cancha de Central quienes se instalaban para esperar la venta de populares el viernes. De hecho, quienes creían quedarse sin entradas este miércoles en Arroyito, decidieron o bien quedarse para hacer la cola para el viernes o bien irse hasta el Parque Independencia.

En la cancha rojinegra, por la mañana ya había unas cinco cuadras que estaban copadas por cientos de personas.Con una fuerte presencia policial, la gente empezaba a correr sus carpas unos 100 metros para atrás, tal cual exigieron los uniformados. Ni la lluvia, ni el frío eran impedimento y entre mates, café y galletitas, los fanáticos soñaban con tener la entrada en la mano.