En el primer día de exposiciones ante la Corte Internacional de Justicia de La Haya por la instalación de las papeleras en Fray Bentos, las comitivas de Argentina y Uruguay dejaron plasmadas sus posturas y argumentos ante el pleno de los jueces del máximo tribunal Internacional. Primero fue el turno de Argentina, que reiteró su pedido de una medida provisional para que Uruguay obligue a las empresas Ence y Botnia a suspender durante 90 días la construcción de las papeleras, para posibilitar un estudio imparcial sobre el daño ambiental. En su presentación, la delegación nacional remarcó el "daño irreversible" al medio ambiente y sus habitantes por efectos de estas plantas, ubicadas a menos de seis kilómetros una de la otra, sobre el Río Uruguay, que comparten ambas naciones. En este marco, se denunció la violación del Estatuto del Río Uruguay de 1975, por no haber sido Argentina consultada previamente. Después, en la segunda ronda de exposiciones, llegó el turno de Uruguay, que explicó este jueves ante el tribunal "no hay evidencia objetiva de daño irreparable" por las papeleras que se construyen en la localidad de Fray Bentos. "El impacto fue enteramente contemplado. No hay evidencia de que habrá impacto sobre las aguas del río y del ecosistema, tampoco sobre la salud", dijo Alan Boyle, profesor de derecho internacional del equipo uruguayo, el segundo en exponer ante los jueces de La Haya. "Uruguay tomó todas las medidas necesarias antes de autorizar las plantas para evitar el daño en el medio ambiente", insistió Boyle en su exposición, y afirmó que "nunca un tribunal suspendió la construcción de una planta, menos aún en este caso en que el daño es mínimo o poco significativo".