Una carrera para funebreros ya tiene 40 inscriptos en Argentina. Se trata de la recientemente creada Universidad Nacional de Avellaneda (UNDAV) que cuenta con una de las formaciones más novedosas de toda la oferta educativa superior del país: la Tecnicatura para la Gestión de Empresas Fúnebres. La orientación cumplió un año y es la única propuesta de este tipo en el Mercosur.
Según publica el diario Tiempo Argentino, en un año estaría dispuesta a "recibirse la primera camada de universitarios funebreros, que buscan cambiar el paradigma hereditario y tradicional que predomina desde siempre en el negocio de la muerte".
El oficio de funebrero casi siempre era una herencia. La mayoría de los que estaban al frente de este trabajo lo hacían para sostener el negocio familiar. A partir de la creación de esta formación, la idea fue "transformar en una profesión".
Entre las materias que se dictan figuran Ceremonial Exequial, Tanatoestética (embellecimiento del cuerpo con cosméticos) y Tanatopraxia (conservación por intermedio de químicos). Otras de las 15 asignaturas que se dictan son Asistencia al duelo, Aspectos Comerciales, Historia y Cultura: perspectiva antropológica, Bioseguridad, Prevención de riesgos psicológicos en el trabajo funerario, y dos niveles que son obligatorias en toda la UNDAV: Trabajo social comunitario e Idioma.
El plan de estudios, validado por el Ministerio de Educación de la Nación, consta de 1600 horas, distribuidas a lo largo de 16 semanas, con examen final presencial. El curso de ingreso es obligatorio pero no eliminatorio. La mayoría de los cursantes promedian los 30 años y muchos ya cuentan con experiencia en un sector que ha sufrido grandes cambios en la última década.
Derecho Funerario es una de las materias troncales, teniendo en cuenta el vacío legal y la escasa prescripción que existe alrededor del sector fúnebre. En este sentido, la Federación Argentina de Entidades de Servicio Fúnebre y Afines presentó dos proyectos en la Cámara de Diputados para regularizar qué es una empresa fúnebre o cómo se debe tratar un cuerpo.
El mercado en el que pueden insertarse los graduados no es chico. Existen en la Argentina unas 1600 empresas funerarias y 400 cementerios privados, que ya acaparan un 10% de las defunciones. Entre todos, emplean en forma directa a casi 20 mil personas y facturan 4500 millones de pesos anuales. A eso hay que agregar los cementerios municipales, que también son incluidos en la salida laboral de la carrera, para que "dejen de ser un cargo político", sostiene Péculo.
Otra de las asignaturas es Introducción a las Nuevas Tecnologías, enmarcada en un sector donde las innovaciones son continuas: cofres ecológicos, cinerarios artísticos, temáticos o personalizados, incorporación de luces, pantallas y música, velatorios que se pueden ver online, o redes sociales para organizar la despedida, como StillHere.
En los Estados Unidos, ya solidifican las cenizas y las meten en peceras, o hacen diamantes con el fallecido. Pero también está el post mórtem, por ejemplo, con terapias grupales para familiares de los difuntos.