En conferencia de prensa, la Unión Ciclista Internacional (UCI), este lunes, hizo oficial su postura de sancionar al deportista triunfos en suelo galo, tras el caso que llevó adelante la Agencia Estadounidense Antidopaje (USADA), que acusa al corredor texano de dopaje sistemático.

Lance Armstrong, ahora retirado, había ganado el Tour de Francia de 1999 a 2005, pero solo siete años más tarde fue inculpado de dopaje por la USADA, basándose sobre todo en testimonios detallados de once de sus excompañeros.

En el anuncio realizado este lunes, el presidente de la UCI, Pat MCQuaid, reconoció: "Sin duda, esta en la mayor crisis a la que el deporte se haya enfrentado nunca".

El dirigente también debió responder por las acusaciones de los excompañeros del ciclista, que en el proceso llevado a cabo por la USADA manifestaron que la UCI encubrió al infractor. "Esas acusaciones son falsas", aseveró. Y agregó: "La UCI niega todo formalmente".

En agosto, el ente norteamericano había demostrado que el excampeón utilizó sustancias prohibidas, que incluyen EPO y esteroides, así como transfusiones de sangre que datan de 1986.

Armstrong se había convertido en héroe de miles de personas porque había superado un cáncer testicular que le amenazaba la vida y por el apoyo de su fundación a la investigación contra el cáncer.

"Es un día triste para todos nosotros que amamos al deporte y los deportistas. Se trata de un ejemplo trágico de ganar a toda costa por encima de la alternativa justa y segura. No se triunfa haciendo trampa", declaró en agosto el director ejecutivo de la USADA, Travis Tygart.