Una de las máximas dirigentes de ETA, identificada como Izaskun Lesaka Argüelles, fue arrestada en la noche del sábado en el este de Francia junto con otro etarra, en un nuevo golpe clave a la organización separatista vasca, a más de un año del cese de su actividad armada.

El Ministerio del Interior español considera que Lesaka integra la actual cúpula de ETA, junto a Iratxe Sorzabal y David Pla, quienes además están detrás de la lectura de los últimos comunicados de la organización, entre ellos el del 20 de octubre de 20111, cuando anunciaron el fin de la violencia.

Los nuevos arrestos se producen una semana después de la primeras elecciones regionales en el norteño País Vasco sin la presencia de ETA tras más de cincuenta años de lucha armada, que se cobró más de 800 víctimas, por la creación de un Estado vasco independiente de España y Francia.

La dirigente etarra fue detenida en un hotel de Macón, a 70 kilómetros de la ciudad francesa de Lyon, acompañada de Joseba Iturbe Otxoteka, otro miembro de ETA, en un operativo conjunto entre agentes de la unidad antiterrorista gala y la Guardia Civil española, según informó Interior en un comunicado.

Los etarras llevaban una semana en el hotel y en el momento de su detención iban armados.

La jefa de ETA, conocida como “La Literaria” –por su papel en la redacción de los comunicados-, utilizaba hoteles y casas rurales como su escondite habitual en el país vecino, y bajo su mando estaría el armamento de la organización, según fuentes de la lucha antiterrorista citadas por la prensa española.

El golpe policial tiene lugar tras el arresto esta misma semana -también en Francia- de otro etarra, Saúl Curto López, a quien las autoridades españolas consideran miembro del aparato logístico de ETA y responsable de los “zulos” (escondites subterráneos) donde la ilegalizada organización deja sus armas y explosivos.

Los investigadores consideran que Lesaka sustituyó a Mikel Kabikoitz Carrera Sarobe, alias `Ata`, en la cúpula de ETA en septiembre de 2010, y que forma parte de la “facción más dura” de la organización.

Lesaka huyó de territorio español en 2005 y tenía pendientes órdenes de búsqueda y captura internacional emitidas por España y Francia, donde fue condenada –en rebeldía- el pasado enero a 7 años de cárcel por su relación con un laboratorio de ETA descubierto a finales de 2007 en el centro de ese país.

El laboratorio había sido utilizado para la “fabricación intensiva de pentrita”, una sustancia que la organización separatista utilizó en once atentados durante 2007 y 2008. En el juicio fueron condenados otros cuatro etarras.

Lesaka, también conocida como “Ane”, nació en la ciudad de Pamplona en enero de 1975, y comenzó a militar desde los 16 años en el entramado de la organización separatista, explica el diario El Mundo.

Fue procesada en 2005 en España por su pertenencia al “entramado juvenil” de ETA, conocido como Jarrai-Haika-Segi. La fiscalía solicitó 14 años de prisión para ella por pertenencia a organización terrorista y desde entonces estaba prófuga.

Por su parte, el etarra Joseba Iturbe, alias “Makara”, esta relacionado con el comando que perpetró el atentado en la Terminal T4 del aeropuerto de Barajas de Madrid en el que murieron dos personas el 30 de diciembre de 2006, durante el proceso de paz abierto por el ex presidente socialista José Luis Rodríguez Zapatero.

Iturbe estaba en prisión preventiva pero fue liberado el 1 de junio de 2010 después de ser absuelto de la participación en un intento de atentado en el corazón financiero de Madrid.

ETA anunció el cese de su actividad armada hace más de un año y lleva otros tres sin cometer atentados en España. No obstante, al no haber entregado sus armas ni comunicado su total disolución, los gobiernos de España y Francia continúan ejerciendo una fuerte presión sobre los integrantes de la organización que se encuentran en la clandestinidad.

Durante el último año, las fuerzas de seguridad españolas y francesas detuvieron a más de una treintena de etarras. Del total, 19 –incluidos los últimos tres- fueron arrestados en Francia, cuatro en el Reino Unido, cinco en España, dos en Bélgica y uno en Italia.

El gobierno de Mariano Rajoy insiste en que no negociará con ETA y reclama su disolución unilateral.

Fuente: Télam