River sumó otra derrota a su pésimo presente y la continuidad de Néstor Gorosito en la dirección técnica parece insostenible. El Millonario perdió por 1-0 en su visita Arsenal, no mostró reacción y sus hinchas descargaron su bronca pidiendo la salida del entrenador. Mientras, el equipo alcanzó otro récord: quince partidos sin ganar fuera de casa.
A los nueve minutos del primer tiempo, Cristian Alvarez -de penal- le dio la victoria al local, con lo que River queda a sólo quince puntos de la zona de Promoción.
Arsenal aprovechó el desconcierto defensivo de River desde el comienzo, porque Alexandre Medina fue derribado de manera infantil por Gustavo Cabral para que el árbitro Cristian Faraoini sancionara correctamente el penal que transformó en gol Álvarez.
Lejos de escarmentar, el conjunto dirigido por Néstor Gorosito volvió a trastabillar en la última línea, en una acción que rozó el amateurismo.
La última carta de Gorosito para un segundo tiempo sin emociones de ninguno de los dos lados fue meter en el campo de juego a Cristian Fabbiani, que fue más de lo mismo y lo más importante fue su cruce verbal con los hinchas.
River tuvo la pelota y Arsenal jugó de contragolpe, pero los arqueros fueron espectadores de lujo, más allá de un remate desde afuera del área de Buonanotte que embolsó Campestrini.
Cuatro puntos sobre quince en el campeonato local y una eliminación temprana en la Copa Sudamericana serán demasiado para Gorosito, que no sería despedido pero tampoco tendrá espaldas para mantenerse en el cargo.
A los nueve minutos del primer tiempo, Cristian Alvarez -de penal- le dio la victoria al local, con lo que River queda a sólo quince puntos de la zona de Promoción.
Arsenal aprovechó el desconcierto defensivo de River desde el comienzo, porque Alexandre Medina fue derribado de manera infantil por Gustavo Cabral para que el árbitro Cristian Faraoini sancionara correctamente el penal que transformó en gol Álvarez.
Lejos de escarmentar, el conjunto dirigido por Néstor Gorosito volvió a trastabillar en la última línea, en una acción que rozó el amateurismo.
La última carta de Gorosito para un segundo tiempo sin emociones de ninguno de los dos lados fue meter en el campo de juego a Cristian Fabbiani, que fue más de lo mismo y lo más importante fue su cruce verbal con los hinchas.
River tuvo la pelota y Arsenal jugó de contragolpe, pero los arqueros fueron espectadores de lujo, más allá de un remate desde afuera del área de Buonanotte que embolsó Campestrini.
Cuatro puntos sobre quince en el campeonato local y una eliminación temprana en la Copa Sudamericana serán demasiado para Gorosito, que no sería despedido pero tampoco tendrá espaldas para mantenerse en el cargo.
