Carlos Ascaíni, el empresario de Villa Cañás
procesado por la Justicia Federal por liderar una banda narco en el sur santafesino dio una entrevista desde la cárcel e insistió en que le “armaron la causa”. Dijo que conoce “desde chico” al diputado provincial Maximiliano Pullaro, quien fue el primero en denunciarlo y señaló que éste le pidió una “colaboración económica”. El legislador radical le contestó por Radio 2.
En diálogo con Radiópolis, el programa que conduce Roberto Caferra, Pullaro cuestionó que se le haya dado espacio en los medios a Ascainí para “decir mentiras”. “Me preocupa y me da temor”, admitió.
El empresario villacañense, detenido el año pasado en el marco de la investigación del operativo Azúcar Blanco, donde se le encontró un paquete de cocaína camuflada en azúcar, había dado una entrevista el lunes pasado desde el penal de Villa Devoto al programa de Radio Universidad, Sucios, feos y malos.
Allí se definió como un “preso político”, “embagayado” para hacer caer al ahora también preso ex jefe policial, Hugo Tognoli.
"Está claro que la causa está armada contra (Hugo) Tognoli. Eso es obvio. Es una causa que estuvo paralizada desde 2009 hasta 2011. En ese tiempo el juez federal Marcelo Bailaque no encontró pruebas para detener al ex jefe de policía o indagarme a mí. Y después, el juez Vera Barros le abrió la causa a la prensa. Eso no hubiera sido problema si nos hubiera dado la oportunidad de defendernos. En la causa no hay droga secuestrada y la poca que hay (poco más de un kilo, entre azúcar y analgésicos) es la que me plantó Alejandro Druetta (al detenerlo en mayo de 2012). Tiempo después, en abril de 2013, Vera Barros le dio otra investigación a Druetta y me plantó otros 2 kilos de droga en mi casa llevándose presa a mi mujer ( Carina Leguizamón), que no tiene nada que ver con nada. Y todo eso porque yo no lo quise ensuciar y dejar preso a Tognoli”, dijo.
Ascainí señaló, además que conoce a Pullaro desde hace años. “Nos hicimos amigos en un boliche de Hughes, el pueblo de él, cuando tenía 16 o 17 años”, recordó y añadió que se reencontró con él hace tres años cuando el legislador lo convocó a una reunión con otros referentes del radicalismo.
En aquella ocasión, se explayó el detenido, “estaba Norberto `Tito´ Gizzi (intendente de Villa Cañás), que me conoce de toda la vida porque trabajé en el campo de él. Me pidieron que hiciera alguna colaboración porque supuestamente yo estaba bien económicamente, tenía camiones, y querían que los ayudara a él y a Pullaro”.
Según Ascaíni, “todo eso está declarado en una causa que hay en el juzgado de Melincué” pero que no pasó de la instrucción.
Pullaro, por su parte, desmintió lo dicho por el interno de Villa Devoto, y aunque dijo que no estuvo mal la entrevista, “daña y molesta sobremanera” que no se haya chequeado la información y se le haya permitido decir a Ascaíni toda clase de mentiras.
En tal sentido, dijo que “estamos lejos de darle una pelea en serio a estas organizaciones narco criminales”.
“Tenemos que comprender la perforación que tienen y entender cuál es el verdadero negocio. La Argentina se ha convertido en una plataforma de exportación de cocaína, la tercera del mundo. Hay que ir por los dueños del negocio y por los profesionales que los asesoran”, advirtió.
En diálogo con Radiópolis, el programa que conduce Roberto Caferra, Pullaro cuestionó que se le haya dado espacio en los medios a Ascainí para “decir mentiras”. “Me preocupa y me da temor”, admitió.
El empresario villacañense, detenido el año pasado en el marco de la investigación del operativo Azúcar Blanco, donde se le encontró un paquete de cocaína camuflada en azúcar, había dado una entrevista el lunes pasado desde el penal de Villa Devoto al programa de Radio Universidad, Sucios, feos y malos.
Allí se definió como un “preso político”, “embagayado” para hacer caer al ahora también preso ex jefe policial, Hugo Tognoli.
"Está claro que la causa está armada contra (Hugo) Tognoli. Eso es obvio. Es una causa que estuvo paralizada desde 2009 hasta 2011. En ese tiempo el juez federal Marcelo Bailaque no encontró pruebas para detener al ex jefe de policía o indagarme a mí. Y después, el juez Vera Barros le abrió la causa a la prensa. Eso no hubiera sido problema si nos hubiera dado la oportunidad de defendernos. En la causa no hay droga secuestrada y la poca que hay (poco más de un kilo, entre azúcar y analgésicos) es la que me plantó Alejandro Druetta (al detenerlo en mayo de 2012). Tiempo después, en abril de 2013, Vera Barros le dio otra investigación a Druetta y me plantó otros 2 kilos de droga en mi casa llevándose presa a mi mujer ( Carina Leguizamón), que no tiene nada que ver con nada. Y todo eso porque yo no lo quise ensuciar y dejar preso a Tognoli”, dijo.
Ascainí señaló, además que conoce a Pullaro desde hace años. “Nos hicimos amigos en un boliche de Hughes, el pueblo de él, cuando tenía 16 o 17 años”, recordó y añadió que se reencontró con él hace tres años cuando el legislador lo convocó a una reunión con otros referentes del radicalismo.
En aquella ocasión, se explayó el detenido, “estaba Norberto `Tito´ Gizzi (intendente de Villa Cañás), que me conoce de toda la vida porque trabajé en el campo de él. Me pidieron que hiciera alguna colaboración porque supuestamente yo estaba bien económicamente, tenía camiones, y querían que los ayudara a él y a Pullaro”.
Según Ascaíni, “todo eso está declarado en una causa que hay en el juzgado de Melincué” pero que no pasó de la instrucción.
Pullaro, por su parte, desmintió lo dicho por el interno de Villa Devoto, y aunque dijo que no estuvo mal la entrevista, “daña y molesta sobremanera” que no se haya chequeado la información y se le haya permitido decir a Ascaíni toda clase de mentiras.
En tal sentido, dijo que “estamos lejos de darle una pelea en serio a estas organizaciones narco criminales”.
“Tenemos que comprender la perforación que tienen y entender cuál es el verdadero negocio. La Argentina se ha convertido en una plataforma de exportación de cocaína, la tercera del mundo. Hay que ir por los dueños del negocio y por los profesionales que los asesoran”, advirtió.
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Maximiliano Pullaro (Radio 2)