El crucero Nodkapp, que encalló en las cercanías de la isla Decepción, al noroeste de la península Antártica, recibirá asistencia de un buque de la Armada británica para que las 370 personas a bordo regresen a Ushuaia, en medio de desfavorables condiciones climáticas que complican el traslado de los pasajeros.

El accidente ocurrió el martes a las 14.30, cuando el buque de bandera noruega MS Nordkapp, con 294 pasajeros y 76 tripulantes a bordo, tocó una piedra en la Isla Decepción, que forma parte del archipiélago de las Shetland del Sur, al noroeste de la península Antártica.

"El capitán del Nordkapp informó que tocaron el fondo cuando salían de la Isla Decepción, a la altura de una zona conocida como los Fuelles de Neptuno, lo cual provocó daños al casco", aseguró Carlos Domínguez, titular de la agencia marítima de Ushuaia Novalia, que maneja las partidas y llegadas del barco durante la temporada de cruceros antárticos.

Por su parte, la empresa propietaria del barco, la noruega Hurtigruten, emitió un comunicado de prensa en el que informa que ninguno de los pasajeros ni tripulantes resultaron heridos.

En ese mismo texto, Hurtigruten aseguró que otro barco de la compañía, el Nordnorge, llegó este mediodía a la Caleta Balleneros de la Isla Decepción, para evacuar a los pasajeros del Nordkapp.

Sin embargo, el traspaso no pudo ser realizado "debido a las malas condiciones del tiempo", que incluía "ráfagas de nieve" y fuertes vientos del noreste", informó la empresa.

El buque Nordkapp, que mide 123 metros de largo y 19,5 metros de ancho, lleva pasajeros de 19 nacionalidades, y 117 de ellos son estadounidenses. Uno sólo de ellos es argentino, aunque no reside en el país, informaron las fuentes, que se resistieron a proporcionar el nombre del hombre.

La empresa propietaria del barco también indicó ayer que "debido a los daños en la estructura, el barco no podré llegar a Ushuaia sin la compañía de otro buque" y que "no se observan pérdidas de combustible" en el agua.

En la caleta balleneros, el Nordkapp recibió asistencia logística del HMS Endurance, un buque de la Armada Británica que suele estar destinado en la zona para realizar tareas científicas.

Buzos del Endurance revisaron el casco ayer y comprobaron que no existen derrames de combustible en el mar ni entrada de agua en el casco.

Domínguez explicó además que si persiste el mal clima, los pasajeros no podrán ser transportados al Nordnorge y deberán ser evacuados por el Endurance y otros buques que se encuentren en el área.
Los vientos que se observan en la zona llegan a los 50 kilómetros por hora y para mañana se esperan ráfagas de hasta 80 kilómetros por hora.

En Buenos aires, un vocero de la Armada Argentina dijo que "por ahora no existe ningún pedido de ayuda por parte de la compañía naviera propietaria de la nave"

El vocero explicó también que "además tenemos por un acuerdo con la Armada de Chile, una patrulla antártica combinada, de la que hacemos relevos cada mes entre buques argentinos y chilenos. Cualquiera de las armadas está en condiciones de socorrerlo en caso que lo necesiten".

El mismo informante indicó que el buque chileno Almirante Viel Toro llegará a la zona hoy a las 22 y que otro barco de esa nacionalidad, el remolcador Leucotón, estará allí mañana por la madrugada.

Si las tareas de rescate resultan tal como fueron previstas, los pasajeros llegarán a Ushuaia este viernes.