Luego de la internación de 17 jóvenes cadetes de la Policía Federal de Buenos Aires, víctimas de un feroz "baile” impuesto por dos oficiales instructores, se escucharon múltiples denuncias que dan cuenta de la continuidad de un trato denigrante e infrahumano hacia los cursantes en las distintas divisiones de la fuerza de seguridad. La provincia no fue la excepción y se señalaron no sólo maltratos sino también una escasa alimentación.

En respuesta a lo ocurrido, el ministro de Gobierno, Roberto Rosúa, le pidió a la titular del nuevo Instituto de Seguridad Pública (Isep), Adela Aichino, un exhaustivo informe sobre el tema y que ya ordenó a la Dirección de Asuntos Internos abrir un sumario.

En la mañana de este viernes, Rosúa encabezó en Rosario una reunión del Consejo Interinstitucional del Instituto de Seguridad Pública (Isep), la institución donde se forman los policías de la provincia, a fin de analizar los pasos a seguir tras las denuncias de ex cadetes policiales que dicen haber sido maltratados en la instrucción.

Acompañaron a Rosúa el subsecretario de Seguridad Pública, Gustavo Peters; el jefe de la Policía provincia, Carlos Pallavidini; el subjefe de la fuerza, Aniceto Morán, y representantes del Ministerio de Justicia y Educación en el Isep.

“Asuntos Internos ya tomó 42 declaraciones a aspirantes del instituto –explicó Peters– y también tomó contacto con una de las personas que hizo la denuncia en forma pública, luego esta dirección confeccionará un informe sobre lo declarado”.

Rosúa señaló que el gobierno provincial “no está dispuesto a aceptar, en el caso de que las hubiera, estas viejas prácticas de origen castrense, de abuso y humillaciones a sus propios pares, ya que la desaparición de estas prácticas también forma parte de la reforma democrática emprendida con el gobernador Obeid en su primera gestión, entre 1995 y 1999”.