Mientras un nuevo estudio demuestra que las personas que se dan atracones "sin control" y reciben ayuda de un terapeuta mejoran más en el corto plazo que las que usan las técnicas de autoayuda, otro equipo de especialistas asegura que a largo plazo, la autoayuda y la terapia dirigida o asistida por un profesional son igualmente efectivas.

El equipo de la doctora Carol B. Peterson, de la Universidad de Minnesota, en Minneapolis, observó que las personas que se dan atracones compulsivos comen grandes cantidades de alimentos mientras sienten una pérdida de control. Es un trastorno distinto al síndrome de atracón-purga que es la bulimia, porque las personas que se dan atracones compulsivos no se provocan el vómito ni toman laxantes para purgarse. Los atracones son un trastorno que aumenta la incidencia de la obesidad.

Existen medicamentos para reducir los atracones, pero la psicoterapia es el enfoque terapéutico más efectivo, señaló el equipo de Peterson en la última edición de American Journal of Psychiatry. Las intervenciones de autoayuda también probaron su utilidad.

El equipo comparó la efectividad de varios enfoques terapéuticos grupales, que asignó al azar a 259 adultos que se daban atracones compulsivos. Durante 20 semanas, los grupos recibieron terapia dirigida por un terapeuta, asistida por un terapeuta, de autoayuda o permanecieron en lista de espera.

Después del tratamiento, la mitad del grupo dirigido por un terapeuta seguía sin darse atracones, a diferencia de un tercio del grupo asistido por un profesional, del 18 por ciento del grupo de autoayuda y del 10 por ciento en lista de espera.

La frecuencia de los atracones fue menor en los grupos a cargo de terapeutas que en las cohortes de autoayuda y en lista de espera.

En el seguimiento a seis y 12 meses después del tratamiento, los autores no hallaron diferencias en la cantidad o la frecuencia de los atracones entre los grupos.

Con todo, los participantes a cargo de terapeutas fueron más propensos que el resto a cumplir el tratamiento durante las 20 semanas (el 88 por ciento del grupo dirigido por un terapeuta, el 81 por ciento asistido por un profesional y el 68 por ciento de la cohorte de autoayuda).

"La presencia de un terapeuta reforzaría la abstinencia en el corto plazo y reduciría la probabilidad de abandono", sostuvo el equipo, que opinó que el grupo de autoayuda sería útil cuando no hay terapeutas disponibles.

"Estos resultados sugieren que el tratamiento grupal de autoayuda sería una alternativa viable a las intervenciones dirigidas por un terapeuta en algunos entornos", escribió en un editorial sobre el estudio el doctor Walter Kaye, de la Universidad de California en San Diego.

"Pero hay que destacar que el poder de esas terapias sería limitado, ya que muchos pacientes se dieron una cantidad significativa de atracones en los 12 meses de seguimiento", señaló Kaye.

Fuente: Télam