Para muchos adolescentes la decisión de qué carrera elegir, especialmente en esta época del año, comienza a transformarse en una pesadilla. Los especialistas dicen que aún hay tiempo para sentarse a reflexionar y, con calma, tomar una decisión.

“Lo primero es quitarle el carácter de "vida o muerte a este momento, los jóvenes creen que si eligen mal están condenados a ejercer esa profesión por el resto de sus vidas y eso no es así", explica Marcela Ferreiro, psicóloga chilena.

"Muchos de los chicos que dicen que no les gusta nada, en verdad están escondiendo algunos temores, como miedo al fracaso o a la opinión de los papás. Pero el que no sepan hasta ahora no quiere decir que no tengan la respuesta dentro de ellos", dice Marcela Ferreiro.

Los expertos coinciden en que la mejor herramienta para una buena decisión es el autoconocimiento. "Tienen que darse el espacio para la introspección y pensar quién soy, cuáles son mis aptitudes, mis intereses, con qué disfruto, y poner esas variables en la balanza, para evaluar profesiones que respondan a eso", sostiene Bernardita Mena, psicóloga de Optima Consultores, empresa que realiza coaching vocacional.

Y añade que para evaluar esto, las notas en el colegio no son la única variable. "Además de ver si les va bien en matemáticas o en historia, hay que fijarse en lo que hacen en sus horas libres, en todo lo que habla de cómo son ellos".

Carolina Herrera, asesora vocacional del programa de Bachillerato de la Universidad de Los Andes, dice que es bueno preguntarse cuáles son las condiciones reales con que se cuenta (solvencia económica, capacidades físicas para estudiar una carrera, etc.) y qué características lo definen como persona.

"La decisión de la carrera tiene que ver con un plan de vida, con proyectarse. Por ejemplo, es bueno que se cuestionen si son sociables o solitarios, si se imaginan trabajando en una oficina o al aire libre. Esas cosas pueden dar pistas", explica.

Lo importante en este tiempo no es preocuparse sólo de las universidades o los institutos, sino de ver en qué consisten las profesiones en la práctica. "Por eso recomiendo conversar con profesionales que ejerzan las carreras que les interesan. Si les intriga la arquitectura, buscar a un arquitecto y preguntarle en qué consiste su trabajo, etc.".

Bernardita Mena aconseja confiar en lo que se ha evaluado durante el año y no cambiar de idea en el último minuto. "La mayoría de los estudiantes que tienen crisis al primer año de universidad es porque cambiaron de opinión a última hora, en medio de la vorágine, se entusiasmaron con la carrera que escogió un amigo o por presión familiar", dice.

Marcela Ferreiro dice que si, pese a todo, el joven aún no sabe qué quiere, lo más recomendable es optar por programas más cortos, vinculados al área en que le va mejor. "Lo que no recomiendo es tomarse un año sabático, porque genera problemas en cuanto a hábitos de estudio y rutinas", dice.

"Lo importante es conocerse y ser muy honesto respecto de los gustos y también de los talentos. Si me encantan los animales, pero no puedo ver sangre, no voy a ser capaz de estudiar veterinaria".

El mercado laboral y los sueldos son variables a considerar, pero no deberían ser las que más pesen, porque el desarrollo de la carrera y los salarios van a depender de otros factores, como las oportunidades, la especialización posterior y manejo de idiomas, entre otros. "Si la vocación está clara, las dificultades del entorno van a transformarse en desafíos.Además el mercado va cambiando y se van abriendo nuevas áreas de desarrollo", dice Carolina Herrera, de la Universidad de los Andes.

"De todas formas hay que ser honesto y ver qué tan importante es el tema económico dentro de su proyecto de vida, porque indudablemente hay carreras que los van a ayudar a conseguirlo más rápidamente que otras", añade Bernardita Mena.

Marcela Ferreiro cree que la presión paterna a veces es excesiva. Para ella, ésta es una instancia para entablar diálogos. "Y más que preguntarles qué quieren estudiar, hablar sobre sus gustos, cómo se imaginan su vida o qué les gustaría hacer si pudieran soñar", dice.

Fuente: El mercurio