El desarrollo del misil antigranizo nació en el Instituto de Tecnología Espacial (ICTE), organización no gubernamental formada en 1963, con el fin de llegar a las nubes, a unos 12 mil metros de altura, y descargar un cristal de ioruro que inhibe la formación de granizo, antes de que sea tan grande como para vencer las corrientes de aire descendente y caiga por su propio peso.

El prototipo está operativo en una etapa final de desarrollo para una producción en serie. Este fue pensado para combatir la amenaza de los cultivos de Cuyo y ahora se está esperando su aplicación en Mendoza y San Juan.

El misil es construido con materiales plásticos y se autodestruye en centenares de pequeñas piezas solucionando el problema que aparece cuando el cohete libera su carga y comienza a caer resultando prácticamente imperceptible su caída, explicó Frank Agostino, presidente de ICTE.

La fabricación del misil será en la zona sur del Gran Buenos Aires, donde hay empresas con alta tecnología explicó el presidente de la organización que del año 63 al 72 realizo 151 lanzamientos de este tipo de prototipos.

Las bolas de granizo suelen ser pequeñas, de algunos milímetros de diámetro. Sin embargo, de vez en cuando se originan bolas mucho mayores, de varios centímetros de diámetro debido a que en la circulación ciclónica de la tormenta, las pequeñas bolas ascienden y descienden varias veces formándose distintas capas de hielo, unas sobre otras.

Dependiendo de su tamaño, las bolas de granizo pueden no ser más que una pequeña molestia, causar daños en automóviles y estructuras de cristal o incluso matar a personas. Debido a su proceso de formación todas ellas tienen una estructura en forma de capas de cebolla.
En la década del 70 se habían fabricado en Córdoba dos modelos de cohetes de lucha contra el granizo: el CLAG I y el CLAG II, que fueron probados en el entonces Centro de Experimentación de Lanzamiento de Proyectiles Autopropulsados (Celpa), con asiento en Chamical, La Rioja, a 300 kilómetros de Córdoba.

En esa etapa de desarrollo nacional de esa tecnología se habían fabricado alrededor de 350 cohetes de ambos modelos que se habían llevado a Suiza para ser evaluados y comparados con sus similares de Rusia, con un saldo ampliamente favorable para los construidos en la Argentina.


Fuente: www.datafull.com