El periodista suizo no lo podía creer. Había viajado miles de kilómetros para llegar hasta el mismísimo parque Independencia y obtener una sola respuesta de parte de Marcelo Bielsa. Quería saber qué opinaba el entrenador de la selección de Chile del grupo que le tocó en el Mundial, en el que está el equipo helvético.

Pero no. El Loco se negó a contestar la pregunta, con el argumento -que ya había expuesto ante un periodista chileno que pretendía saber lo mismo- de que no tenía nada que ver con el motivo de la fiesta en el parque Independencia. Bielsa quería hablar de Newell’s y sólo de Newell’s en esta noche en la que, raro en él, no lucía estresado.

No fue lo único que sorprendió al periodista suizo. Cuando la celebración apenas arrancaba, y una banda leprosa terminaba de entonar una versión rockera de la marcha de Newell`s, un corte de luz dejó el estadio a oscuras y acalló súbitamente la música.

Pero no hubo silencio. Los cantos de la tribuna se hicieron ensordecedores en ese momento y las luces que desprendían los celulares que bailaban en la tribuna dieron un espectáculo en sí mismo. No, en Suiza no se consigue.