Con un equipo con muchos suplentes Boca salió a jugarle a Banfield, en La Bombonera, pero con la presencia de Martín Palermo, en una clara señal de la necesidad que tenía el local de sumar puntos en el torneo Clausura. Sin embargo no fue suficiente con el goleador histórico del club, ya que el Xeneize sumó otra derrota y quedó muy cerca del fondo de la tabla.
El elenco dirigido por Julio Falcioni venció por 3 a 2 al de Carlos Ischia. Los goles de la visita fueron convertidos por Santiago Silva, Sebastián Fernández y Víctor López, en tiempo de descuento. Mientras que para los locales marcaron Facundo Roncaglia y José Devaca, en contra.
Pero fue Banfield el que tomó la iniciativa del partido, generándole peligro al arco defendido por Roberto Abbondanzieri.
Tanto fue así que a los dos minutos Emmanuel Pío, con un remate desde fuera del área, casi abre el marcador, pero el palo le dijo que no cuando Abbondanzieri ya estaba vencido.
Sin ser muy ofensivo, pero siendo inteligente cuando recuperaba la pelota, Banfield rondó muchas veces en el primer tiempo el arco y Abbondanzieri estuvo varias veces a los revolcones, como después de un remate de Sebastián Fernández.
A partir del cuarto de hora el equipo de Carlos Ischia emparejó el juego, pero no tuvo profundidad, ausente si aviso Leandro Gracián, ausente con aviso su mejor jugador, Juan Román Riquelme, sin la colaboración en el juego por no ser de la partida Fabián Vargas, Boca no tuvo ideas.
El conjunto local era dueño de la pelota, pero más por una decisión de Banfield que se la cedió que por una cuestión propia.
Así el partido pasaba sin pena ni gloria, hasta que llegó una gran jugada colectiva del Taladro, todo a un toque, hasta que tomó la pelota Silva para establecer el 1 a 0.
El silencio de La Bombonera se escuchaba, porque más allá de que todos esperan y sueñan con la Copa Libertadores, el fantasma de repetir la hazaña del River de Simeone de ser últimos en el campeonato está rondando por La Boca.
Con pocos recursos, sin ideas y hasta pareciendo un equipo desganado, Boca fue a buscar el empate, aprovechando que los dirigidos por Julio Falcioni se retrasaron solos en la cancha y dejaron terreno para la arremetida xeneize.
Sin merecerlo, a los 45 minutos del primer tiempo llegó al empate, luego de que Roncaglia aprovechara una pelota perdida dentro del área chica luego de un defectuoso despeje de Devaca.
El inicio del segundo tiempo fue calcado al primero, porque Banfield se hizo dueño del juego, aunque esta vez pudo ponerse en ventaja más rápido que en los 45 minutos iniciales, gracias a una buena definición de Sebastián Fernández.
Con 1-2 la gente de La Bombonera dejó de mirar con asombro el partido para marcar su malestar, reclamándoles a sus jugadores más ganas.
Ese mensaje les llegó a los dirigidos por Ischia, quienes fueron al frente para buscar una nueva igualdad, aunque con los mismos problemas que mostró durante todo el partido, que es la falta de fútbol.
Pese a sus debilidades, Boca pudo llegar al empate, gracias a Palermo, quien en un centro al área fue a luchar una pelota con Devaca, desacomodando al defensor de Banfield, quien de cabeza venció a su propio arquero.
Sin embargo, en un centro que llegó al área local en tiempo de descuento, López saltó más que el resto y de cabeza puso en silencio a La Bombonera, que goza con el equipo en la Copa pero está sufriendo más de lo esperado en el torneo doméstico.
El elenco dirigido por Julio Falcioni venció por 3 a 2 al de Carlos Ischia. Los goles de la visita fueron convertidos por Santiago Silva, Sebastián Fernández y Víctor López, en tiempo de descuento. Mientras que para los locales marcaron Facundo Roncaglia y José Devaca, en contra.
Pero fue Banfield el que tomó la iniciativa del partido, generándole peligro al arco defendido por Roberto Abbondanzieri.
Tanto fue así que a los dos minutos Emmanuel Pío, con un remate desde fuera del área, casi abre el marcador, pero el palo le dijo que no cuando Abbondanzieri ya estaba vencido.
Sin ser muy ofensivo, pero siendo inteligente cuando recuperaba la pelota, Banfield rondó muchas veces en el primer tiempo el arco y Abbondanzieri estuvo varias veces a los revolcones, como después de un remate de Sebastián Fernández.
A partir del cuarto de hora el equipo de Carlos Ischia emparejó el juego, pero no tuvo profundidad, ausente si aviso Leandro Gracián, ausente con aviso su mejor jugador, Juan Román Riquelme, sin la colaboración en el juego por no ser de la partida Fabián Vargas, Boca no tuvo ideas.
El conjunto local era dueño de la pelota, pero más por una decisión de Banfield que se la cedió que por una cuestión propia.
Así el partido pasaba sin pena ni gloria, hasta que llegó una gran jugada colectiva del Taladro, todo a un toque, hasta que tomó la pelota Silva para establecer el 1 a 0.
El silencio de La Bombonera se escuchaba, porque más allá de que todos esperan y sueñan con la Copa Libertadores, el fantasma de repetir la hazaña del River de Simeone de ser últimos en el campeonato está rondando por La Boca.
Con pocos recursos, sin ideas y hasta pareciendo un equipo desganado, Boca fue a buscar el empate, aprovechando que los dirigidos por Julio Falcioni se retrasaron solos en la cancha y dejaron terreno para la arremetida xeneize.
Sin merecerlo, a los 45 minutos del primer tiempo llegó al empate, luego de que Roncaglia aprovechara una pelota perdida dentro del área chica luego de un defectuoso despeje de Devaca.
El inicio del segundo tiempo fue calcado al primero, porque Banfield se hizo dueño del juego, aunque esta vez pudo ponerse en ventaja más rápido que en los 45 minutos iniciales, gracias a una buena definición de Sebastián Fernández.
Con 1-2 la gente de La Bombonera dejó de mirar con asombro el partido para marcar su malestar, reclamándoles a sus jugadores más ganas.
Ese mensaje les llegó a los dirigidos por Ischia, quienes fueron al frente para buscar una nueva igualdad, aunque con los mismos problemas que mostró durante todo el partido, que es la falta de fútbol.
Pese a sus debilidades, Boca pudo llegar al empate, gracias a Palermo, quien en un centro al área fue a luchar una pelota con Devaca, desacomodando al defensor de Banfield, quien de cabeza venció a su propio arquero.
Sin embargo, en un centro que llegó al área local en tiempo de descuento, López saltó más que el resto y de cabeza puso en silencio a La Bombonera, que goza con el equipo en la Copa pero está sufriendo más de lo esperado en el torneo doméstico.


