A pesar de que la jueza Raquel Cosgaya negó que en su paso por la investigación del crimen de Luis Medina haya ordenado que el desbloqueo de la Mac Ultrabook del presunto narcotraficante quede en manos del Ejecutivo– fue el secretario de Tecnología de la provincia, Javier Echaniz, quien realizó la tarea–, el procurador general de la provincia, Jorge Barraguirre, confirmó que “de acuerdo al acta que me merece fe, el peritaje fue ordenado por la jueza”. Por su parte, el gobernador Bofatti también se volcó hacia ese lado al sostener que hubo una orden judicial para acceder a la computadora. 

Ninguno de los dos la nombró, pero sus dichos apuntaron a Cosgaya. Es que María Luis Pérez Vara, que estaba en turno, nunca atendió los llamados policiales y Alejandra Rodenas, ahora a cargo de la causa, recién intervino cuando la Mac ya estaba en Santa Fe y de hecho una de las primeras medidas que tomó fue traerla de regreso a Rosario. Cosgaya fue a quien encontraron los uniformados cuando la causa estaba sin juez y por eso su intervención en el caso.

En diálogo con Radiópolis (Radio2), el jefe de los fiscales a nivel provincial se refirió a una de las supuestas irregularidades cometidas en el marco de la investigación del homicidio de Medina y su mujer, la joven Justina Pérez Castelli. En la escena del crimen fue hallada una Mac que terminó siendo desbloqueada por el secretario de Tecnología de la provincia, Javier Echaniz, una situación que enseguida fue cuestionada. ¿Quién dio la orden? Cosgaya aseguró que no fue ella.

Sin embargo, Barraguirre apuntó a la magistrada. “De acuerdo al acta que me merece fe, fue ordenado por la jueza”, sostuvo en conversación con el periodista Guillermo Ghergo. 

Barraguirre también consideró que la jueza María Luisa Pérez Vara, aunque haya presentado su renuncia, podría ser sancionada por no presentarse en el lugar del crimen cuando estaba de turno. “Es una situación inexplicable. Vamos a investigar esa particular situación porque creemos que está más allá de lo opinable”, señaló y precisó que las medidas disciplinarias van desde “las mínimas hasta el mismo enjuiciamiento político”.