Benedicto XVI recibió en este comienzo del nuevo año un regalo bastante especial: una camiseta de fútbol con su nombre inscripto en la espalda. No, no es que el papa esté considerando la posibilidad de unirse a algún equipo. Se trata de un obsequio de un equipo de fútbol de sacerdotes, la Selección Internacional de Clergymen, una organización sin ánimo de lucro de curas italianos.

Tras la audiencia general de los miércoles en el Aula Pablo VI del Vaticano, el Pontífice recibió el regalo y lo mostró sonriente a las cámaras. Bajo el lema "Once sacerdotes que juegan para Dios", el grupo está compuesto por italianos y extranjeros con el objetivo de difundir ese deporte y llevar a cabo beneficencia en pro de los más necesitados.

Cerca de 30 "sacerdotes futbolistas" asistieron al encuentro con Benedicto XVI.