La mayoría de los clubes argentinos afronta, en cada receso de campeonato, una sangría de jugadores difícil de detener. La lluvia de ofrecimientos proveniente de Europa hace que los futbolistas presionen para abandonar el fútbol argentino y quieran arreglar jugosos contratos en el Viejo Continente.
Además, para los clubes locales, la posibilidad de ingresar dinero fresco a sus arcas es siempre un aliciente para sus recurrentes complicaciones financieras. Pero, ¿es conveniente vender rápido? ¿Cuál es el mejor momento? ¿El tren de los millones pasa una, dos… cuántas veces?
A mediados de 2007, Newell’s Old Boys transfirió a su goleador, el paraguayo Oscar Tacuara Cardozo, al Benfica, de Portugal, que le pagó 10 millones de dólares por su pase. Ahora, sólo seis meses después, el club portugués recibió un ofrecimiento de 36 millones de dólares por el jugador.
Según publicó el diario A Bola, de ese país, Benfica rechazó la propuesta y decidió quedarse con el delantero, que lleva marcados siete goles en lo que va de la temporada y se convirtió en una pieza fundamental en el equipo que conduce el español José Antonio Camacho.
En la Argentina, el club rosarino que preside Eduardo López decidió desprenderse del goleador. Las urgencias económicas y la presión del futbolista por mejorar su contrato seguramente empujaron su salida del fútbol argentino. En Portugal, en cambio, el presidente del Benfica, Luis Filipe Vieira, ni siquiera quiso sentarse a escuchar el ofrecimiento del club inglés.
Claro que el Benfica es históricamente una entidad compradora mientras que Newell´s permanente debe vender sus jugadores, a los que llega un punto en el que no puede retener por la necesidad de dinero y también por la voluntad de los propios futbolistas de emigrar Europa, donde los contratos son impardables en esas tierras.
Fuente: Télam


