El cardenal Jorge Bergoglio convocó a vivir "como hermanos" y erradicar "la discordia y el odio" en la misa central realizada frente a la Basílica de Luján, como cierre de una multitudinaria peregrinación
juvenil.

El cardenal y arzobispo de Buenos Aires llamó a "recuperar la memoria de cómo se vive como hermanos" y pidió "sacar toda la discordia de odio y envidia del corazón".

Bergoglio encabezó desde las 7 la misa central de la 32ª peregrinación juvenil a Luján, ante una multitud reunida en la plaza Belgrano de esa ciudad bonaerense frente a la basílica.

La misa fue la culminación de la marcha de 60 kilómetros que había partido ayer poco después del mediodía del santuario de San Cayetano, en el barrio porteño de Liniers, y se desarrolló durante unas 15 horas bajo el lema "Madre necesitamos vivir como hermanos".

"Lo que nos impide vivir como hermanos es la discordia, la envidia, el odio. Si ya en el momento de Jesús en la cruz había quien sembraba la discordia... a lo largo de la historia siempre los hubo. El demonio no se queda tranquilo. Es el padre de la discordia, de la discusión, de la violencia", agregó.

Bergoglio pronunció estos conceptos durante la homilía de la misa central que se celebró frente a la Basílica de Luján, donde una multitud –en su mayoría jóvenes– se reunió luego de una larga
marcha devota a la virgen.

En el incio de la jornada, los fieles llegaron a Luján para la culminación de la marcha, y aprovecharon el sol espléndido en los
recreos que bordean el río Luján.

La celebración mariana comenzó oficialmente con la despedida de la "Imagen Cabecera" de la Virgen, en el santuario de Cuzco 150, donde el obispo local, monseñor Eduardo García, impartió junto con varios sacerdotes la bendición a la gran cantidad de creyentes que iban a marchar.