Silvio Berlusconi, presidente y propietario del Milán, uno de los cuatro clubes implicados en el juicio por un presunto fraude deportivo y para el que se ha solicitado el descenso, afirmó que no aceptará "sanciones a los aficionados y los equipos".

 

"No hablo sólo del Milán, que incluso ha sido víctima del sistema, sino de todos los aficionados del Juventus, Fiorentina y Lazio (los otros clubes implicados) que me escriben. No aceptaremos sanciones a los aficionados, a los equipos, cuando hay que castigar sólo a las personas que han fallado", comentó Berlusconi.

 

Las palabras de Berlusconi, que viene prácticamente repitiendo en tal sentido desde que la fiscalía federativa solicitó el descenso del Milán, son una forma de presión para intentar salvar a su club, que de perder la categoría se vería también fuera de las competiciones europeas; algo económicamente grave.

 

Berlusconi, ex presidente del gobierno Italiano, ya en el momento de la petición de la fiscalía dijo que sobre él existía prácticamente una "persecución política".

 

"No se pueden dar sanciones sobre la base del principio de la responsabilidad objetiva. Ahora hay que volver a escuchar todas las llamadas telefónicas, los textos, las acusaciones de la defensa. Verificar si existen las cosas concretas y no llegar a sentencias tras procesos demasiados veloces", opinó Berlusconi.

 

El propietario del Milán, por ello, considera que con el actual proceso ante la Comisión de Apelación Federativa (CAF), cuya sentencia está prevista para estos días, se puede "dañar a todos": "Desde todos los aficionados, incluidos los de los restantes equipos, a quien trabaja en las televisiones".

 

"Ahora, a la espera de que todo se aclare de forma definitiva, podríamos iniciar el próximo campeonato tal como ha quedado el pasado y, después, esperar el éxito de los procesos deportivos", propuso Berlusconi.