El ex gobernador y líder del Frente Amplio Progresista (FAP), Hermes Binner, asumió la presidencia del Partido Socialista (PS). Durante el acto, anunció que buscará afianzar la construcción de alianzas con otras fuerzas socias para los comicios legislativos del año próximo. Pero puso un límite: “Con Macri no”, dijo el ex mandatario santafesino.

“Construir un frente es más difícil que construir un partido; hay que darle tiempo”, afirmó Binner, quien se excusó de adelantar sus aspiraciones electorales para el año próximo, aunque reiteró su vocación de “diálogo” y evitó hablar de eventuales alianzas con otras fuerzas de la oposición, como el radicalismo y la Coalición Cívica.

Binner respondió este jueves preguntas de la prensa en la sede socialista del barrio porteño de Congreso, donde se realizó la reunión en la que quedó formalmente designado al frente del partido para suceder en ese cargo al senador Rubén Giustiniani.

Allí anunció que a fin de año el FAP presentará su “plan estratégico” para Argentina para los próximos 20 años.

Si bien insistió con la necesidad de estimular el diálogo entre toda la dirigencia política, Binner expresó un rotundo “no” cuando los periodistas le preguntaron si en esas conversaciones incluía al PRO de Mauricio Macri.

“Con Macri no”, respondió tajante el ex candidato presidencial. En cambio, argumentó que “a una construcción hay que darle tiempo” cuando la pregunta estuvo dirigida hacia un posible acercamiento a la UCR y subrayó que el socialismo mantiene “mucho diálogo con referentes radicales del interior del país”.

El ex gobernador advirtió que “cualquier incorporación tiene que ser aprobada por unanimidad” por todas las fuerzas que componen el frente, es decir, además del socialismo, el GEN, el Movimiento Libres del Sur, la Corriente Nacional por la Unidad Popular y el juecismo de Córdoba.

Sobre el final del encuentro Binner apenas admitió que le “gustaría” volver al Congreso Nacional, pero evitó definir si competirá en las legislativas del 2013 y reiteró la idea del FAP de “no hablar de candidaturas” y “hacer otro camino” en los años no electorales.