La audiencia con el Papa a la que tiene previsto acudir el primer ministro británico, Tony Blair, nada más terminar la cumbre de la UE en Bruselas, ha hecho dispararse de nuevo los rumores sobre su próxima conversión al catolicismo.
Según varios medios británicos, el líder laborista pretende viajar a Roma mañana, si acaba a tiempo la cumbre, para su segunda audiencia con Benedicto XVI desde que éste sucedió a Juan Pablo II en abril del 2005 y su tercera visita al Vaticano en cuatro años.
Fuentes de Downing Street, su residencia oficial, se han limitado a decir que Blair desea tratar con el Sumo Pontífice de su proyecto de crear una fundación para promover el diálogo entre las tres religiones.
Sin embargo, el diario "The Daily Telegraph", entre otros medios, cita hoy fuentes de la Iglesia católica y a amigos del primer ministro para señalar que éste se convertirá muy pronto a la fe católica.
Su esposa, la abogada Cherie Booth, es católica ferviente, y Blair asiste habitualmente con ella y sus cuatro hijos a la misa católica oficiada en la residencia de campo oficial de Chequers.
El sacerdote católico Timothy Russ, a cuya parroquia pertenece Chequers, reveló en cierta ocasión a la prensa que Blair le pidió consejo sobre cómo cambiar de iglesia.
Actualmente no hay impedimento constitucional para tal conversión aunque Blair habría sido el primer ministro católico de este país desde la ruptura del rey Enrique VIII con Roma en 1534.
De ahí que muchos dijeran que Blair seguramente esperaría a dejar la jefatura de Gobierno, algo que ocurrirá el próximo miércoles, para convertirse. De esa forma evitaría conflictos potenciales por el papel del primer ministro en el nombramiento de los obispos de la Iglesia de Inglaterra.
Otros motivos para retrasar su conversión, según los observadores, pudieron ser las difíciles negociaciones para la solución del problema de Irlanda del Norte y el apoyo de su partido laborista a los derechos de los homosexuales y al aborto, anatema para el Vaticano.
Se cree que Blair se someterá a una catequesis privada a cargo de un director espiritual y que será admitido en la Iglesia de Roma en el transcurso de un servicio religioso.
En un nuevo libro, el sacerdote Timothy Russ explica que Blair, cuyos puntos de vista progresistas sobre el aborto o la investigación con células madre están en contradicción con las enseñanzas del Vaticano, tiene todavía "un trecho que andar" en cuestiones de moral católica.
Russ revela, por otro lado, que Blair trató con él incluso de la posibilidad de convertirse en diácono católico, posición inferior a la de sacerdote que pueden ocupar los seglares.
Fuente: EFE