El primer ministro británico, el laborista Tony Blair, confirmó que dejará la jefatura del gobierno en un año, pero rehusó fijar una fecha concreta para su retirada, tal y como habían exigido sus críticos en su partido.

Blair hizo este anuncio un día después de que ocho funcionarios de bajo rango del gobierno dimitieran en protesta contra la resistencia del líder laborista a poner fecha a su salida del poder.

En una declaración hecha durante una visita a una escuela en el norte de Londres, el primer ministro adelantó que el próximo congreso anual del Partido Laborista, que se celebrará del 24 al 28 de septiembre en Manchester (noroeste de Inglaterra), será el "último" al que asista como primer ministro y jefe laborista.

Sobre una posible fecha para su retirada, Blair afirmó: "No voy a poner una fecha ahora. No es lo correcto. Yo lo haría en un futuro y lo haría en interés del país, dependiendo de las circunstancias".

"La fechas precisas me corresponde fijarlas a mí y de una forma apropiada", insistió el jefe del laborismo, quien se disculpó ante el pueblo británico por el comportamiento de su partido en los últimos días.

"Lo importante ahora –recalcó– es que comprendamos que los intereses del país tienen prioridad y pasemos página".

La espera declaración de Blair se produjo un poco después de que su ministro de Economía, Gordon Brown, considerado su sucesor natural, afirmara que la decisión sobre la salida del poder corresponde al propio primer ministro.

Brown, que rompió el silencio que ha mantenido en los últimos días, en los que aumentaron las presiones sobre el primer ministro, también aseguró que apoyará la decisión que tome el líder laborista.

"Quiero dejar hoy muy claro que cuando me reuní con el primer ministro, le dije, como le he dicho en otras ocasiones y repito hoy, que es el quien debe tomar la decisión", declaró el titular de Economía.

"También le dije, y hoy lo quiero dejar claro también, que apoyaré la decisión que adopte", indicó Brown, que precisó que esa decisión no debería basarse en "acuerdos privados, sino en lo que beneficie más a los intereses del partido laborista y, sobre todo, del país".

La crisis estalló este miércoles, cuando ochos diputados laboristas –el subsecretario de Estado de Defensa británico, el diputado Tom Watson, y otros siete cargos menores del gobierno– dimitieron en protesta contra el liderazgo de Blair.

El jefe del laborismo anunció en el 2005, tras lograr un histórico tercer mandato para el laborismo, que no aspirará a una cuarta legislatura en las próximas elecciones generales, previstas para 2010, pero se ha negado a poner fecha a su renuncia.

Sin embargo, cada vez son más los diputados laboristas que exigen a su líder un calendario para ceder el poder al influyente ministro de Economía y que, según especulaba parte de la prensa, podría haber orquestado entre bastidores la rebelión laborista