Una boca de tormenta que se transforma en una verdadera trampa contra vehículos y peatones. “Desde hace tiempo en la esquina de Riobamba y Avellaneda una boca de tormenta, ubicada a escasos centímetros de la parada de colectivo, es protagonista de algo que va mas allá que desagotar porque también se lleva consigo a muchos vehículos (automóviles y colectivos) que simplemente no ven el «agujero» donde cabe perfectamente un neumático”, cuenta César Rosa al espacio de Periodismo Ciudadano de Rosario3.com.
Situación que se puede apreciar en la foto que acompaña esta nota. Incluso, agrega César, “en un caso más extremo, un posible peatón” podría ser víctima de la virtual trampa “que por ejemplo un día de lluvia simplemente no se ve”.
“Las tapas son cambiadas muy de vez en cuando y son de un material, que con el tráfico de la zona, dura muy pocos días. En la foto se ve claramente a un taxista que por prestar el servicio como corresponde, dejando a la pasajera cerca del cordón, para que esta no se moje, se vio en una complicación cuando su automóvil se hundió literalmente en la boca de tormenta”, continúa César.
Y completa: “Vale aclarar que esta no es que tenia la tapa rota, hacía por lo menos una semana que no la tenía. Durante el transcurso de ese día, fueron dos autos más los que estuvieron en esta lamentable situación”.