El gobierno de Bolivia y la oposición de derecha dijeron el lunes que casi han acordado un marco de diálogo para tratar de solucionar una crisis política, y esperan sellar un pacto cuando las negociaciones se reinicien más tarde.
El presidente Evo Morales participó ayer del encuentro con Mario Cossío, gobernador de Tarija y representantes de una serie de gobernadores derechistas y autonomistas que se oponen a las reformar socialistas que busca imponer el mandatario.
Ambas partes acordaron reiniciar las negociaciones más tarde el lunes una vez que Morales regrese de una visita a Santiago, donde se celebrará una cumbre regional para tratar de acordar una solución al conflicto que ha derivado en choques armados que dejaron al menos 30 muertos.
La ola de violencia hundió a parte del país -que cuenta con cuantiosas reservas de gas- en un caos con bloqueos de rutas que dejaron a varias ciudades cerca del desabastecimiento, saqueos a comercios, quema de oficinas públicas y constantes choques entre militantes oficialistas y opositores.
"Es mejor tomarse un poco mas de tiempo para acabar bien que acelerarse mucho y terminar mal, o no acabar la tarea", dijo Cossío a periodistas tras una segunda sesión de conversaciones en el palacio presidencial.
"Por eso hemos acordado darnos un nuevo cuarto intermedio y vamos a volvernos a ver mañana en la noche, cuando el presidente retorna de Chile", añadió el gobernador de Tarija.
Fabian Yaksic, viceministro de descentralización, dijo que el gobierno también esperaba alcanzar un acuerdo para un marco formal de diálogo más tarde.
"Hemos trabajado un documento que pueda ser suscrito entre todos", dijo el funcionario.


