Lejos, bien lejos de los cruces entre funcionarios nacionales y provinciales de los últimos días, fue el carril por el que se manejaron este lunes la presidenta Cristina Kirchner y el gobernador Antonio Bonfatti en el primer encuentro que tuvieron luego de que se desatara lo que el justicialismo definió como “narcoescándalo” en Santa Fe. Esos cruces tuvieron también como protagonista a Agustín Rossi, que compartió con la jefa del Estado y el mandatario provincial el escenario en la empresa Laminados Industriales, de Villa Constitución.

Bonfatti precedió a Cristina en el uso de la palabra. Pudo hablar sin problemas pese a la presencia masiva de manifestantes del kirchnerismo y celebró los anuncios productivos del gobierno nacional, como así también la llegadas de fondos para la siembra de algodón y del plan de salud Sumar.

Y presentó un único pedido: “el aval de la Nación” para adjudicar la zona franca santafesina en Villa Constitución y agradeció su presencia para contribuir a la generación de más trabajo.